El horóscopo canalla de mayo que te mete los zascas doblados

Ay, mayo, mayo. Eres como un engaño en toda la cara. Contigo llega el calorcito y la ilusión de que el verano ya está aquí, cuando en realidad falta un huevo. “Esto me recuerda a algo”, piensas. Claro, porque eso es exactamente lo que te pasa a ti: parece que este mes por fin echarás un polvete y…nada. Todo falso. ¿Y qué hay de tu época de pobreza? ¿Va a mejorar? ¿Y de tu jefe? ¿Sabrá que existes de una vez o seguirá ignorándote el resto de tu vida? Sigue leyendo y te daremos la respuesta a todo. Ánimo y suerte.

Te llaman el 'horchataman' o la 'horchatawoman'. Cuando tus amigos te recuerdan lo hacen visualizándote con esta cara de amargado/a que pones todo el tiempo. Rollo Edward Cullen con la cara de huele-caca pero sin brillar bajo el sol. Sí, no llores, tú no brillas. ¿Qué por qué no encuentras pareja dices? A ver, ¿quién va a querer a su lado una maceta que nunca toma la iniciativa? Nadie, ni que existiera una Bella Swan con acento andaluz, así que espabila un poquito. Bueno, ya vale de machacarte. En realidad lo que queríamos decirte es que este mayo es tu gran oportunidad para soltarte la melena y demostrar que, en el fondo, tienes mucho salero, solo tienes que removerlo un poco. ¡Alegría!

Practicas el masoquismo desde tiempos inmemorables y parece que te apasione darte con la misma piedra una y otra vez. Tus amigos ya no saben cómo decírtelo: sabes que terminarás mal parado pero, venga, ahí vas tú a hacerlo igualmente. ¿Por qué? ¿Te va el self-pain? ¿Por qué le hablas si sabes que será lo peor? ¿Por qué le dices de quedar si sabes que te va a dar plantón? En serio, qué coño haremos contigo. Si quieres que te vaya mejor este mes, es hora de ir dejando de lado todo lo que NO aporta nada a tu vida más que sufrimiento. En serio, lo conseguirás si te esfuerzas por quererte un poco más. 

Eres un/a romanticón/a nato, de estos que cagan arcoíris. A ti dejarte la piel para que tu pareja sea feliz y tenga todo lo que desea te sale de forma natural. Ay sí, sí, muy bonito. Pues no. La cosa se te está yendo de las manos y empiezas a ser la definición literal de lo que es ser un “pagafantas”. Siempre pones la otra persona por delante de ti, y eso está mal y lo sabes. Si no puedes darle el cielo entero, dale el mejor trozo que exista. Y ya está. Pero deja de culparte, que no es sano. 

Eres el consejero de todo quisqui. Todo el mundo te pide tu opinión: tu vecino, un señor random del metro, la señora de la panadería, ese amigo con el que casi ya no hablas e incluso tu propio jefe. No sabes por qué, pero eres un maldito imán de la necesidad de consejo. Al final tendrás que empezar a cobrar por ello. “Eso estaría bien”, piensas. ¿Pues sabes qué estaría bien de verdad? Que este mes te aplicaras alguno de tus propios consejos, como el de: espabila, sal y haz algo con tu vida.

Sabemos que tu amigo/a la ha cagado muchísimo contigo últimamente. Pero piensa en todas esas veces que tú también la has liado, y en lo mucho que significa vuestra amistad para los dos. ¿Ves? No vale la pena que os enfadéis. Acepta su perdón y, ya que estamos, ¿por qué no retomáis ese viaje que tanto os emocionaba? Está a medio planear y solo falta decidir las fechas y reservar el vuelo. Venga, ¡propónle!

Lo que siempre te pasa cuando conoces a alguien:

Pasa de ti = Te interesa.

Pasa más de ti = Te gusta mucho.

Empieza a hacerte caso = Ñeh

Te busca = Ay, quita bicho

Quiere algo contigo = Abrir Whatsapp. Opciones. Bloquear contacto.

Tú lo llamas el síndrome de “solo-me-gustan-los-retos” y nosotros lo llamamos “tienes-pánico-al-compromiso”.

Mucha boca y poca acción. Que si “me quiero pirar de aquí”, que si “molaría vivir en otra ciudad”, que si “viva la multiculturalidad”. Bullshit. Siempre estás con la misma cancioncilla pero no hay manera de que lo hagas realmente ¿Qué te lo impide? ¿O será... QUIÉN te lo impide? Te hemos pillado. Nuestro consejo: las personas van y vienen y no vale la pena dejar pasar más trenes. Es mayo, llega el calorcito, y es un buen momento para tomar grandes decisiones como esta. 

Te llaman ‘El Mártir de la Pasta’. Siempre te quejas de lo pobre que estás cuando te proponen ir a cenar fuera o hacer algún que otro plan costoso. Pero cuando se trata de comprar tus caprichos, la voluntad te sale de debajo las piedras y resultas ser más rico que Amancio Ortega. Y no pasa nada Leo, no estamos aquí para echártelo en cara. Lo que sí queremos decirte es que debes aceptar que cada quien tiene sus prioridades and that’s all right. Mayo es un buen mes para que vayas asumiendo que, si siempre dices que no a los planes por irte de compras, no te extrañes luego de que tus amigos pasen de invitarte. Aún estás a tiempo de solucionarlo y no acabar convirtiéndote en un ermitaño con cuenta premium en Amazon. 

Este mes ligaré

Este mes no ligaré

Este mes ligaré

Este mes no ligaré

Este mes ligaré

Este mes no la liaré

Y este mes por fin mojaré.

Te encanta esa persona. Pero tenemos un problema: besa como el puto culo. Te lo pasas genial, te ríes, te sientes confianza... y conectáis mucho vamos. Pero esa forma de morrear rompe la más mínima pasión que pueda existir en este planeta. Esos movimientos de lengua-torbellino que hasta marean. De verdad que nos gustaría darte una solución Libra, pero no podemos. Este mayo te toca decidir a ti qué harás con esta movida. Solo tienes dos opciones: o se lo dices y cortas por lo sano, o le enseñas cómo se hace BIEN. Eso sí, no lo alargues hasta verano porque sino la cosa será incontrolable. 

Quéjate y sigue quejándote si quieres, pero continuarás igual de amargad@ si no haces nada al respecto. Este trabajo no te llena y aunque a veces veas la luz y pienses “bueno ni tan mal”, en el fondo lo tienes más claro que el agua: no quieres dedicarte a eso. Dar un paso al vacío sin saber si la caída será dura acojona, pero nosotros te animamos a lanzarte de cabeza. Ya verás como al final encontrarás lo que de verdad te flipa. Dicen que quien no arriesga no gana. 

Mi mayo entre tú y yo:

“Ya te llamaré”

Y esperé,

“Ya te llamaré”

Y me harté,

“Ya te llamaré”

Y mi cuenta de Netflix renové.

Suena de fondo: “The Story of My Life”