Octubre, el mes de Halloween aunque este año poca fiesta de disfraces, la verdad. Se revaloriza el plan B de estas fiestas: maratones de cine de terror. Viernes 13, Pesadilla en Elm Street, Saw, El Exorcista, Annabelle… Hay una infinidad de películas con las que hacer un maratón de terror de esos que te dejan la mezcla del thrill, los nervios, los sustos y la tranquilidad de saber que en cuanto se apague la tele se nos pasará el miedo. Porque, por suerte, esos monstruos no existen, ¿no? Como recuerda la revista GQ, quizá deberíamos replanteárnoslo, porque la mayoría de estas películas están basadas en una historia real.
1. Annabelle
Ed y Lorraine Warren los protagonistas de Expediente Warren, la saga en la que se incluye Annabelle existen, también su museo y la muñeca, aunque realmente se llamada Raggedy Ann. Ellos están un poco más locos que los de la película, eso sí, pero sus historias dan el mismo terror. La historia real empieza en 1970, con una enfermera que recibió en su 28 cumpleaños una muñeca. Al cabo del tiempo notó que nunca estaba exactamente en la misma posición en la que la había dejado. Pero se volvió todo más turbio cuando se encontraron con notas que ponía “ayúdame, ayúdanos” en un extraño pergamino que no tenían en casa.
Un día, un amigo que se quedó dormir, se despertó porque sentía que lo estaban estrangulando. Al despertarse, tenía marcas en el cuello y la muñeca mirándolo fijamente. La enfermera acudió a un médium que le dijo que el espíritu de Annabelle Higgins, una niña que murió a los 7 años en la propiedad, había poseído la muñeca. Donna acabó llamando a los Warren que le explicaron que la muñeca, en realidad, no estaba poseída, sino manipulada por un espíritu que quería usarla de conducto para meterse dentro de un anfitrión humano. Los Warren durmieron el espíritu dentro de la muñeca y se la llevaron a su casa, guardándola en una cárcel de cristal para que nadie la despierte.
2. El Exorcista
El clásico de terror está inspirado en el exorcismo real de Roland Doe, en el 1949 en los Estados Unidos. Cuando murió su tía, él empezó a sentir cosas extrañas. “Escuchaba sonidos de uñas rasguñando el piso y las paredes y que podía ver como el agua se escurría del techo sin ninguna explicación, incluso decía que el colchón de su cama se movía a la mitad de la noche”, explica la revista.
El caso fue empeorando hasta que tuvieron que hacerle un exorcismo. Cada noche su cuerpo se llenaba de heridas, sangre y pústulas, y durante el día desaparecía, y recurrieron a sacerdotes jesuitas para curarlo. Durante los varios exorcismos, la cama se movía, los objetos de las paredes caían y la voz del niño cambió. Le ingresaron en un hospital y, después de semanas de exorcismos con muchísimos episodios oscuros como cruces que se dibujaban en su pecho, heridas que se movían por el cuerpo, vómitos, sangre, etc., el niño dijo “se ha ido”. Después de eso, tuvo una vida normal, pero tuvieron que cerrar el ala del hospital donde se hizo el exorcismo por otras señales sobrenaturales.
3. El payaso de It
Sí, Pennywise, la versión retorcida de Ronald McDonald, existió, y se llamaba John Wayne Gacy. Era un asesino en serie que se ocultaba bajo la apariencia de “Pogo the Clown” y “Patches the Clown”, un payaso que actuaba en hospitales infantiles, para atraer a sus víctimas y asesinarlas. Cuando fue arrestado, se le acusó de 33 asesinatos, pero también de violaciones a hombres jóvenes y adolescentes, que fue enterrando en su sótano tras torturarlos y ejecutarlos. Al final, fue condenado a pena de muerte. Por eso It aborda algunos temas sobre la homosexualidad. Wayne Gacy tenía esposa e hijos, pero su represión sexual derivó en problemas mentales graves que lo empujaron a estas torturas sexuales y asesinatos.
4. El muñeco Chucky
Chucky está basado en Robert, un muñeco que heredó un niño… pero que había servido como objeto de un ritual de vudú un regalo ideal. Rápidamente empezaron a suceder cosas extrañas. Cuando los padres se iban, se encontraban con los muebles de casa movidos, juguetes rotos y su hijo temblando en una esquina. Pensaron que eran problemas de un niño, pero familiares aseguraron ver el muñeco parpadear y oírlo reírse.
Le quitaron el juguete y lo guardaron. Pero cuando se hizo mayor y heredó la casa de sus padres, se topó de casualidad con él en el sótano. Por algún motivo extraño ¿no aprendió la lección? se lo regaló a una niña… a la que atacó. Su madre lo donó a un museo, donde se encuentra actualmente. Según la leyenda negra, le gusta insultar. Pero no hay ningún testigo que lo corrobore.
5. Viernes 13
El asesino de la máscara de hockey, Jason Voorhees es un personaje de ficción. Pero su historia recuerda demasiado a dos casos reales, que inspiraron la película. El primero, ocurrido en Finlandia en los 60, sucedió cuando tres adolescentes acamparon en un lago similar al Camp Crystal Lake de la peli y, a las 4 a.m., un maniático desconocido los acuchilló. Sobrevivió uno, a duras penas, que escapó con la mandíbula rota y una conmoción cerebral. Al principio fue arrestado, pensándose que era el asesino. Pero fue liberado y nunca se logró identificar al asesino real. La segunda historia fue en un campamento de girl scouts en los EE.UU., en 1977. Tres niñas fueron apuñaladas y el asesino huyó y nunca fue capturado.