Las hembras de pulpo arrojan cosas a los machos cuando las acosan

Estos también parecer lanzar cosas al aire en señal de frustración tras el rechazo sexual

Muchísimas personas descubrieron la complejidad intelectual de los pulpos gracias al popular documental Lo que el pulpo me enseñó, disponible en Netflix y ganador del Óscar en la categoría de mejor largometraje de no ficción. Seguramente lo hayas visto. Así que sabrás que estos increíbles animales son capaces de hacer cosas que no habríamos pensado si no las hubiéramos observado. Entre ellas, y según una nueva Lo que el pulpo me enseñó científica publicada en la revista especializada bioRxiv, coger objetos y lanzarlos para protegerse del acoso sexual.

Todo comenzó en el año 2015. En aquel entonces, un equipo liderado por el especialista Peter Godfrey-Smith se internó en lo más profundo de la costa de Sidney para grabar a una comunidad de pulpos. Fue allí donde observaron por primera vez este comportamiento arrojadizo, aunque no tenían manera de conocer si era un comportamiento voluntario o aleatorio. Decididxs a llegar hasta el fondo de la cuestión, siguieron estudiando a la colonia de pulpos durante otros cinco años más. La conclusión estaba clara: lanzaban con toda la intención del mundo.

Un mecanismo de defensa total

Tanto los pulpos machos como los pulpos hembra. Sin embargo, y como apuntan desde Magnet, "Godfrey-Smith señala a las hembras como los ejemplares más tendentes a la práctica: suelen utilizarla cuando un macho les acosa". Cogen lo primero que tienen a mano, ya sea un puñado de arena del lecho marino o una concha vacía que se encuentra cerca, y la arrojan con evidente interés en acertar. Un mecanismo que pretende expresar algo así como "eh, deja de molestarme de una vez, no estoy interesada en lo que estás ofreciéndome". 

Y son capaces de insistir tanto en su autoprotección como los machos en su afán sexual. "En 2016, por ejemplo, observaron a una hembra arrojar hasta en diez ocasiones consecutivas puñados de arena o conchas a un macho que la estaba acosando. Acertó en cinco ocasiones". Aunque los machos parecen no querer captar el mensaje, terminan haciéndolo, no sin sufrir cierta frustración: "Algunos especímenes han aparentado lanzar conchas hacia el vacío a modo de desahogo, en especial un macho que se vio rechazado por una hembra".

Comportamientos todos ellos demasiado complejos para la imagen que solemos tener de los animales invertebrados. No obstante, dicen desde este medio, "no hay nada normal en este increíble animal: desde su inteligencia múltiple hasta su capacidad para resolver problemas complejos, pasando por su posible capacidad para soñar". Es una criatura fascinante de la que todavía tenemos mucho que aprender. De momento, sabemos que comparte algo más con lxs humanxs: la autodefensa para proteger las decisiones sexuales propias.