El hambre puede condicionarte una barbaridad. Si la sientes, y no puedes satisfacerla, la frustración va derivando en sentimientos cada vez más oscuros. Primero viene la ansiedad: comer se convierte en una prioridad en tu cabeza. Después viene la rabia: no soportas a nadie y quieres que te dejen de hablar hasta que hayas conseguido meterte algo en el cuerpo. Por último viene el bajón: simplemente estás triste. Ahora, un nuevo estudio confirma que la influencia del hambre es aún mayor. También condiciona qué personas te atraen físicamente.
Publicado en la revista especializada BMC Psychology, y llevado a cabo por un equipo de investigadorxs de diferentes universidades de Europa, el estudio comparó las preferencias de 44 personas en dos momentos diferentes: el primero, tras 12 horas de ayuno, el segundo, inmediatamente después de comer una buena merienda. ¿El resultado? "La apreciación de los cuerpos humanos puede verse alterada por el hambre", apuntan desde BMC Psychology, medio que se hace eco de la investigación. En concreto, aumenta el interés por la redondez.
Tú estómago sabe lo que quiere
Así es. El estudio, conducido por la psicóloga Valentina Cazzato, descubrió que las personas que tienen mucha hambre se sienten más atraídas por las caras y los cuerpos más redondos. Pero no es una cuestión únicamente de atracción sexual. Una segunda parte del estudio consistía en valorar imágenes de objetos. Y los resultados fueron los mismos: las personas hambrientas preferían las versiones más redondas de los objetos que las personas recién comidas. Es como si tu cerebro solo pensara en abundancia.
Aunque hay matices. Como explican en PsyPost, "lxs participantes con un IMC alto mostraron preferencias por la redondez basadas en el hambre, pero los participantes con IMC bajo no". Al parecer, esto ocurre siempre en las personas con IMC alto, pero mucho más intensamente cuando están hambrientas. En palabras de lxs propixs investigadorxs, aún queda mucho análisis para hacer para confirmar "si esta relación podría estar mediada por rasgos individuales asociados con la adiposidad corporal del espectador".
Porque el estudio no es perfecto. "Una de sus limitaciones es que no profundiza en las diferencias de género, lo que podría tener un efecto significativo". Además, y esto también es importante, el estudio no evaluó el nivel socioeconómico o la seguridad financiera de lxs participantes, aspectos que condicionan la inseguridad alimentaria, la cual "se ha relacionado con preferencias por parejas más pesadas en investigaciones anteriores". Sea como sea, está claro que tus gustos sexuales no son inmóviles. Te influyen tantas cosas.