La guerra entre Yung Beef y C. Tangana calienta el veranito

Duro cruce de alusiones en las últimas canciones publicados por las dos estrellas del trap

Mucho ha cambiado el sonido del rap en nuestro país en los últimos años, pero un elemento de la cultura hip-hop continúa incorruptible: la lucha de egos. Porque tenemos beef. Aquella mítica entrevista para el Primavera Sound en la que participaron Bad Gyal, C. Tangana y Yung Beef dejó muchos momentos de tensión entre ambos artistas. El desacuerdo era verbal, el pique era palpable en la atmósfera. Y, por si había alguna duda, Young Beef ha terminado de dinamitarlas con un nuevo tema donde ataca con machete al golden boy del trap nacional.

Yes Indeed / I Feel Like Kim K-Rip Pucho contiene perlas tan directas y agresivas como "Pucho eres un machaca, dejaros de embustes", "ahora respondes, lilón, y te gastas otro millón en promo", "me río de tu sello, me río de tu jefe, todo lo que hacemos, lo hacéis en dos meses" o "no querías que la Rosa jodiera con Beefie, está hecha una perra, está hecha una hater", donde alude a la supuesta ruptura sentimental entre Rosalía y Antón. Una metralla durísima que deja claro que Yung Beef no ha digerido bien los últimos acontecimientos.

Por un lado, la extensa y tirante discusión con C. Tangana durante la entrevista del Primavera Sound en torno al modelo de negocio y la lucha contra el capitalismo. El trapero granadino defendía su ambición por mantenerse ajeno a la industria, mientras que Pucho señalaba una y otra la inutilidad de esa conducta: "Estás intentando competir en una guerra en la que hay bazokas con piedras. No estás en la guerra". Y por otro lado, el oportunísimo tema que publicó la semana pasada ese rey del marketing llamado C. Tangana: El Rey soy yo / I feel like Kanye.

En él, el artista madrileño también dejaba sus recaditos para alimentar las voces que hablaban de un posible beef con el miembro de Pxxr Gvng. "Cuando yo hablo se convierte el agua en vino, si yo hablo Sony ficha a Fernandito". C. Tangana quería marea. Quería olas. Y Yung Beef se las ha dado. Le llama envidioso y le recuerda que "mi mamá me dijo que el alma no la venda". Habemus beef, aunque quizá todo eso no sea más que una estrategia publicitaria. Después de todo, la línea que separa marketing de realidad es ya casi imperceptible.