La protagonista de la serie Girls, que retrata la vida de cuatro veinteañeras intentando encontrar su lugar en el mundo, se llama Hannah y está gorda. Y lo está, porque la creadora, guionista y actriz que la encarna, Lena Dunham, también lo está. Pero no gorda al estilo 'gordibuena' proporcionada, con grandes tetas y con cara de muñeca. Lena está orgullosa de su cuerpo y de todo lo que esto conlleva: la superación de sus trastornos alimenticios, la patada a la presión social de ser delgada para triunfar en Hollywood, la aceptación personal o su éxito profesional.
Pero además de su indiscutible talento, si Dunham triunfa a través de Girls es por mostrarnos al desnudo, sin tapujos, ni sábanas, ni sombras que la lorza existe, se mueve como gelatina cuando baila y es sexy para muchos hombres.
Girls caricaturiza con extremada originalidad lo que significa tener 20 años y enfrentarse a la vida adulta. La entrada a esta nueva etapa está cargada de comportamientos infantiles, luchas de egos, traiciones, chantajes emocionales, brotes de superioridad moral, tropiezos, ingenuidad, desilusiones, secretos de familia y pequeños pasos hacia el empoderamiento feminista.
Pero más allá de la trama, Girls ha supuesto un aire fresco en la percepción que la sociedad tiene de las mujeres y más concretamente, de los cuerpos de estas.

A través de su personaje, Duham incorpora la representación de la mujer que no encaja con los ideales de belleza impuestos por la publicidad y las grandes marcas. Lo hace rechazando todo estereotipo sobre la mujer gorda: la gorda infeliz, la gorda acomplejada, la gorda simpática, la gorda patosa, la amiga gorda de la protagonista… Hannah, como Lena, muestra su cuerpo con poder y sin pudor. En Girls la gordura coge el micrófono y lo hace evadiendo cualquier mensaje que la presente como algo triste, despectivo, victimista, insano sí, porque estar gorda no siempre es sinónimo de enfermedad, feo o ridículo.
Pero sin duda, lo que más polémica ha provocado en cuanto a la representación femenina de la gordura es que se visibilice, por fin, que las gordas también follan. Hannah aparece en muchas escenas teniendo relaciones sexuales o mostrando su cuerpo con carácter sexual spoiler: véase, por ejemplo, ese momento durante la quinta temporada donde se marca un Sharon Stone y muestra el coño en el despacho de su jefe.

Las mujeres gordas practican sexo y por fin una serie mainstream trasciende la aniquilación simbólica ejercida sobre un grupo en este caso, las gordas y muestra los cuerpos de más de una talla 42 con naturalidad y sin censura. El desnudo subversivo de las mujeres gordas se emite en la HBO.
Estamos ante un tratamiento inédito sobre ser mujer, joven y gorda. Somos muchas las personas que nos sentimos bastante humilladas cuando los medios de comunicación, la publicidad, las revistas de moda o la cosmética presentan a Sofía Vergara, Scarlett Johanson o Kate Upton como mujeres 'curvy'. Sin embargo Lena Dunham a través de su personaje nos trae por fin un modelo realista de mujer 'curvy'. Es obvio que Hannah Howarth no puede representar a todas las mujeres del mundo y sus múltiples intersecciones, pero sí representa un modelo de mujer necesario para muchas jóvenes. Dunham no te pide que seas Hannah sino que te permitas no ser perfecta.