No hay dos orgasmos iguales. Cada mujer lo experimenta en su cuerpo de forma muy diferente. Hay quien siente un hormigueo que va creciendo, quien sufre calambres en las piernas cuando está llegando, las que se mueren de risa justo cuando van a alcanzar el clímax aunque muchos hombres no sepan entender que no es por ellos, sino por la intensísima sensación de placer… Y quien tarda más en llegar, quien llora o, incluso, quien grita... hasta que los vecinos empiezan a dar escobazos en le techo.
Para el fotógrafo brasileño, Marcos Alberti, el orgasmo femenino es tan bello y misterioso que decidió capturar ese ‘viaje’ sexual que lleva a un momento de éxtasis tan ‘heavy’ que sufres espasmos faciales, las pupilas se dilatan y los labios se hinchan.
Así comenzó, en conjunción con la empresa de juguetes sexuales Smile Makers, ‘The O Project’, una colección de retratos a mujeres justo antes, durante y después de haber tenido un orgasmo. Participan modelos de todo el mundo, incluso de países muy conservadores como China o Singapur.
“Nuestro objetivo en esta serie era romper el estigma social sobre la sexualidad femenina y normalizar que las mujeres sientan placer”, explicó Fan Yan, Global Brand Manager de Smile Makers.
Una sonrisa de placer aparece en la cara de cada una de las modelos. Las fotografías muestran esos cambios visibles en sus rostros, desde el momento previo hasta esa sacudida y blanco mental que muchos conocen como ‘subzona’, el momento orgásmico en que no piensas nada, no hay nada más. Solo sientes.
Otros fotógrafos, como el lituano Albert Pocej, también han intentado entender esa explosión de deseo en el cuerpo y las mentes de las mujeres. Sus fotos en blanco y negro reflejan el momento del clímax. No obstante, no nos regala como Marcos Alberti esa sonrisa final.