Opresión en el pecho, hormigueo en el estómago, sudor en las palmas de las manos y palpitaciones. ¿Te suenan de algo? Son los síntomas más característicos del estrés, la enfermedad del siglo XXI que cada vez afecta a más personas. Personas como tú o como yo. Y es que las exigencias de la sociedad actual y la vida moderna hacen que nuestro cuerpo se estrese, pues vivimos montados en un carrusel que gira demasiado rápido. Un carrusel que consume nuestro tiempo y nuestro dinero y del que no nos podemos bajar. El materialismo gobierna nuestras vidas, haciendo que vivamos para trabajar, ganar dinero y gastarlo.
El fotógrafo Sandro Giordano se dio cuenta de lo absurdo que puede llegar a ser el ser humano en dos situaciones, tan divertidas como estúpidas, que presenció. Situación uno: un hombre tropieza montando en bicicleta y antes de caer sujeta los objetos que lleva consigo en vez de protegerse a sí mismo. Situación dos: un amigo en la playa se rompe la pierna al intentar salvar su móvil que estaba a punto de caer al agua. ¿En qué momento nos hemos vueltos tan estúpidos? ¿Por qué le damos tanta importancia a las cosas? Ambos momentos sirvieron de inspiración para el fotógrafo italiano, quien decidió hacer una crítica al materialismo a través de imágenes hilarantes, recogidas en una serie llamada In extremis bodies with no regret.
“Mis fotos cuentan las historias de personas que viven la vida a un ritmo agotador, experimentando apagones repentinos. Cuando las exigencias del mundo moderno son demasiadas para hacerles frente, nuestro cuerpo se rebela en contra de nuestro cerebro causando estragos en nuestra vida del día a día”.
Con una increíble y muy estudiada puesta en escena, Giordano sorprende al público con caídas divertidas, donde el personaje aparece en una pose un tanto incómoda desde un ángulo poco favorecedor. Sin embargo, no debemos olvidar que las imágenes van más allá de la pura diversión: es un recordatorio a tomarnos la vida con más calma y sosiego. Pues, ¿de qué sirve trabajar día y noche para ganar más y más dinero? Volcamos toda nuestra energía en un único objetivo: ganar, gastar y poseer. Y antes de disfrutar del bien adquirido, ya estamos deseando algo nuevo. Vuelta a empezar, sin pausa, sin respirar, sin vivir. Un consejo: más vale saber frenar a tiempo que caer de bruces como los personajes de Giordano.
Crédito de las imágenes: Sandro Giordano