A dos meses de las elecciones, Toni Amengual, fotógrafo mallorquín, publica en su segundo libro una serie de retratos del bipartidismo español a través de la campaña electoral de 2011. De Votos es un compendio de 40 rostros de la serie Votantes, personas simpatizantes o militantes de los dos partidos predominantes en el Estado español: PP y PSOE. ¿Qué diferencia hay entre un votante del PSOE y uno del PP? Eso me pregunto cada vez que examino las fotografías de Amengual. Es la fiesta de la democracia, una fiesta muy aburrida a juzgar por las caras de los protagonistas. Esta fiesta se celebra cada 4 años, es un aniversario en el que se le recuerda a la sociedad que la democracia se reduce a un mero trámite administrativo: el voto.

En las imágenes, los votantes muestran las banderas y se aferran a ellas. Los dos partidos en los que confían son el duopolio de la corrupción del Estado, unos partidos antiguos e inmovilistas. Mantienen una batalla verbal continua, siempre encontramos a sus políticos cruzando acusaciones para deslegitimarse, pero es que son los partidos que se disputan el trono del poder.

Amengual ha retratado la realidad de la fiesta de la democracia: el bipartidismo español, un sistema en decandencia, anquilosado en anacronismos. Sí, anacronismos; todavía en 2011 se reproduce un sistema en el que la pluralidad no tiene cabida. Cuando la Restauración Borbónica 1875 se impuso, se reprodujo el sistema bipartidista, entonces llamado turnismo, y el sistema liberal y conservador optaban al poder, al margen quedaban los partidos llamados antidinásticos. Hoy se repite la misma historia, pero después de un siglo y medio.

Los protagonistas se asemejan, mantienen una estética similar y todos son personas de mediana edad; parece que no hay tanta diferencia entre ellos a simple vista, solo les distinguen los colores. Tienen una mirada seria, como si desconfiaran de la persona que pone el objetivo sobre sus rostros. Un dato curioso publicado el año pasado por el CIS fue que "más de la mitad de votantes del PP y PSOE no tienen correo electrónico". Pese a que puede parecer una nimiedad, pararos a pensar: se trata de un electorado mayor o desfasado en cuanto a las tecnologías.

Como ya hizo con PAIN, su primera publicación, Amengual utiliza un concepto y lo humaniza, personificándolo. La intención del autor es utilizar el anonimato de personas para ilustrar un contexto, siempre con un punto de dramatismo, influenciado por la corriente Provoke. Jugando una vez más con los colores, el rojo del PSOE y el azul del PP, crea una metáfora interpretativa propia del lenguaje visual que lleva al público a cuestionarse la polarización de la política. De votos pone en tela de juicio la fiesta del bipartidismo, una verbena desfasada condenada a desaparecer.
"El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos". Antonio Gramsci