¿Hasta Dónde Se Puede Forzar El Físico De Un Deportista?

El mundo del deporte actual se caracteriza por la búsqueda constante de optimizar y exprimir el rendimiento de los deportistas. Esto se debe a dos factores: el primero, la necesidad de competir siempre al máximo y de no poder permitirse fallos si qui

El mundo del deporte actual se caracteriza por la búsqueda constante de optimizar y exprimir el rendimiento de los deportistas. Esto se debe a dos factores: el primero, la necesidad de competir siempre al máximo y de no poder permitirse fallos si quieres ganar; el segundo, y tal vez aún más importante, la obligación de rentabilizar un negocio en el que se invierten millones. Esto implica que cada vez que aparece un deportista extraordinario se ponga en marcha la maquinaria para que su carrera dé el máximo rendimiento tanto a nivel deportivo como económico.

Los casos más flagrantes los tenemos en la Liga de Fútbol Española: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. Ambos son dos jugadores que han sido convertidos en algo más que eso: son máquinas no solo de hacer fútbol, sino también de crear dinero. Y para que la rentabilidad a todos los niveles no pare, se les ha puesto a ambos sobre los hombros una carga que puede ser excesiva.

Su rutina, como la de otros tantos deportistas de élite, es la siguiente: entrenar, hacer publicidad, entrenar, cumplir con los compromisos del club, jugar, salir en la tele, irse con la selección... kilómetros, partidos, show. Y cuando llegan las vacaciones, más compromisos. Todo esto con una exigencia máxima. Exigencia a nivel deportivo, que les lleva a jugar todos los minutos de todos los partidos, olvidándose de entrar en las rotaciones. Exigencia a nivel de comportamiento, porque hagan lo que hagan tendrán una cámara que los verá.

Aunque se diga que los futbolistas no hacen nada para cansarse, ¿de verdad alguien cree que una rutina así puede ser sana? Pero como ellos seguían siendo los mejores y marcando fin de semana sí y fin de semana también, nadie se preguntaba si era lo correcto ni qué consecuencias podía tener llevar ese ritmo durante tanto tiempo. Nadie se lo preguntó hasta que las consecuencias llegaron.

Messi lleva algo más de un año lejos de su mejor nivel; Cristiano Ronaldo, casi seis meses. "¿Qué les pasa?", se pregunta la gente. Bueno, yo no soy médico, pero por ejemplo puede ser que no se hayan recuperado bien de sus lesiones, ya que han jugado antes de tiempo. Puede ser que la carga de partidos les empiece a pasar factura en las piernas, y que la cantidad de compromisos que tienen no les permitan descansar como deberían.

Y ponemos estos dos ejemplos porque son los más cercanos, pero ha pasado en la NBA recientemente con Kobe Bryant y Derrick Rose, les pasa a muchos tenistas que por la carga del calendario acaban viéndose obligados a renunciar a torneos... y se suele decir que "como cobran millones, lo mínimo es eso". Sí, pero esos millones no los convierten en menos humanos y más máquinas, y parece que la ética del deporte obvia cada vez más este pequeño detalle.

 

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