Las películas nos engañan en muchas cosas, y una de ellas es la que dice que la primera vez que te acuestas con alguien es dinamita pura, explosión máxima de sensaciones. Pues mira, no. La mayoría de las veces cuesta más entenderse que un chino de turismo en Albacete. Y si ese no es tu caso, pues qué suerte tienes. Pero vamos, esto es como conducir, primero cuesta meter las marchas, y cuando lo has hecho unas cuantas veces ya lo haces sin pensar.
Ahora algunos/as de vosotros estaréis pensando: “pues yo con mi churri practico que no veas, y no hay manera. Que si llegan a ser prácticas de autoescuela ya hubiese tenido que llamar a Cofidis" . Puede que no seáis compatibles sexualmente hablando. Puede que haga falta un poco más de tiempo o de comunicación. O simplemente puede ser que él/ella sea un desastre en la cama. Piénsalo, porque en la vida no siempre tenemos nosotros la culpa de todo o al menos esta vez no. Aquí algunas pistas para descifrar el algoritmo.
1. Si besa como el que clava los clavos de la parte de atrás de una estantería Billy.
2. Si pide mucho y da poco, poquísimo.
3. Y encima lo que da, lo da regular.
4. Si se queja más que un niño el día que hay brócoli para comer.
5. Si habla más que el Rey en el discurso de Navidad. Y te corta el rollo igual que el Rey en el discurso de Navidad.
6. Si te toca las tetas como uno de prácticas aprendiendo a hacer mamografías.
7. Si cuando te la toca te hace sentir como un colchón que están hinchando en un camping.
8. O te frota con la misma delicadeza con la que quita una mancha de una camiseta.
9. Los términos 'acariciar',' besar' y 'sensibilidad' le son tan familiares como miscelánea o esternocleidomastoideo
10. ¿Vais más descordinados que unos niños de P3 bajando unas escaleras?
11. Pero intuyes que no es cosa tuya.
12. Porque no te ha pasado con NADIE más.
13. Si el 70% de las veces que lo hacéis cree que le vas a hacer un masaje porque se tumba y no hace nada.
14. Si va muy rápido y de repente muy lento y todo con menos sentido que llevar los tobillos al aire en invierno.
15. Si tiene que concentrarse tanto en averiguar qué hace y cómo lo hace que se olvida de un detalle de nada: saber si te gusta…
Está pasando: No tiene ni p*** idea de lo que está haciendo. Y eso, amigos y amigas, no es culpa vuestra. El “no eres tú, soy yo” da error en este programa. Sí, eres tú, cariño. Pero puedo enseñarte, para eso estamos.
Y ahora, la pregunta final: ¿qué hago yo con esto? ¿Se lo digo? ¿Me aguanto? ¿Es razón para dejarlo? Por desgracia, no somos ni Rappel ni Aramís Fuster, pero una conversación en plan constructivo y mega-adulto estaría bastante bien. Y, como con todo, esto es cuestión de práctica.