Ha llegado el día más esperado y a la vez temido por los fans de Star Wars. La séptima entrega de la saga empezada por George Lucas hace ya 38 años se estrena en el típico ambiente que mezcla ilusión y miedo. La ilusión de ver cómo continúa la historia cuando ya pensábamos que el lado luminoso de la fuerza había ganado; el miedo de pensar que cuantas más películas se hagan, más posibilidades habrá de que mancillen el nombre de Star Wars -ya casi lo lograron con La amenaza fantasma, pero las dos siguientes entregas de la trilogía compensaron en parte el esperpento de la primera-. Pero, ¿qué podemos esperar de esta nueva serie de películas?
Básicamente, que se recupere el espíritu de la trilogía original. Para ello, vamos a tener la presencia de personajes míticos como son Han Solo, Chewbacca, Leia y Luke Skywalker -este último sin confirmar, pero pinta que sí-, nombres que dan peso a la idea y que seguramente harán las delicias de los más nostálgicos, sirviendo de enlace con la nueva generación. Lo que sí pedimos, con todas nuestras fuerzas, es que no haya nada parecido a Jar Jar Binks -creo que no soy el único que se pasó toda la peli esperando verlo morir-, que a estas alturas no estamos para tonterías.
La historia tiene pinta de que será una copia de las anteriores pero con el nombre de los bandos cambiado. La Rebelión ahora es La Resistencia y el Imperio Galáctico se llama La Primera Orden, por lo que a este nivel pocos cambios podemos esperar: unos que querrán establecer algún tipo de dominio en la Galaxia y los otros que no les dejarán. Está por ver cómo enfocan la lucha de la Luz contra el Lado Oscuro. Por lo que se ha podido ver en los tráilers, quien representará a los Jedi será Finn. Quien le enseñará a usar la fuerza es un misterio, pero a priori el único que conoce sus caminos y sigue vivo es Luke... junto a Finn parece que estará Rey, una joven chatarrera que formará parte de La Resistencia. Solo esperemos que no incluyan ninguna historia de amor cutre que quite fuerza al argumento principal.
Pero la clave de todo la tiene Kylo Ren, el malo de la cinta. Darth Vader dejó el listón muy alto, tanto que pese a lo malo que era entraban ganas de abrazarlo. Lo que vino después dejó un vacío importante: a Darth Maul no le sacaron todo el partido que debían y lo de Anakin en plan rebelde merecía una hostia bien dada. Encontrar un villano carismático a la altura de Vader es difícil, pero los datos que tenemos sobre Kylo Ren, entre ellos que lleva una espada láser bastante molona, dejan entrever que el Lado Oscuro puede volver a tener un líder a la altura de las circunstancias.
Tampoco estaría nada mal ver alguna escena con el Halcón Milenario y la Estrella de la Muerte como protagonistas, reviviendo una de las escenas más míticas de la trilogía original. Que sigan apareciendo R2-D2 y C-3PO es una buena noticia, ya que a poca gente no le caían simpáticos los droides. A ellos se les suma el BB-8, una especie de pelota de fútbol con cabeza que se mueve muy rápido y a quien en los tráilers parece que se concede bastante importancia.
En definitiva, a J.J. Abrams le ha caído el marrón de recuperar la magia de la que probablemente sea la saga más importante de la historia del cine, y las expectativas no son pocas...
Que la fuerza os acompañe y por Yoda, no jodáis con spoilers.
Crédito de la imagen: starwars.com