Mario Balotelli es un jugador de fútbol especial. O mejor dicho, es una persona especial. Su talento sobre el césped queda totalmente eclipsado por su inestabilidad mental, y lo que podría haber sido una carrera en la élite se ha convertido en un no parar de cambiar de equipo dejando allá por donde pasa más anécdotas que buen juego.
Agresivo, egocéntrico y políticamente incorrecto. Las reglas no se hicieron para que Mario Balotelli las cumpliese, por ello, solo en su etapa en el Manchester City la grúa se llevó 27 veces su coche. Su etapa en Manchester duró dos años y medio. Pero eh, esto es de lo más soft que le ha pasado al malote de Mario. No se sabe muy bien de dónde ha sacado esa personalidad: puede que en parte sea culpa de una infancia dura, en la que fue adoptado en Italia cuando tenía dos años y tras estar a punto de morir por un problema intestinal.
El caso es que entre todas sus locuras y salidas de tono se pueden sacar lecciones interesantes:
La vida está para disfrutarla
Y probablemente Balotelli sea una de las personas que más claro lo tiene. De hecho, lo tiene tan claro que, si tú no estás disfrutando la tuya, él lo estará haciendo por ti. ¿Que se está aburriendo en un partido y el entrenador lo tiene en el banquillo? No hay problema, se pone a jugar con el iPad. ¿Que hay un amistoso de pretemporada y le falta emoción? Pues hace una ruleta delante del portero e intenta marcar de tacón. ¿Que hay una reunión importante? Pues entra y tira globos de agua. ¿Que su madre le pide que compre una plancha? Pues él compra un trampolín, una Vespa y un Scalextric. Bueno, tal vez aquí las ganas de divertirse le jugaron una mala pasada.
Si puedes hacer algo, hazlo
Y que te importe una mierda lo que piensen los demás. Balotelli no tiene problema en demostrar que tiene mucha pasta y que le gusta disfrutar de ella. Que si una fiesta privada por aquí, que si un coche de lujo por allá, todo bien documentado y compartido en las redes sociales. Todo se resume en una demoledora frase que le soltó a la policía cuando le preguntaron por qué llevaba 25.000 libras en metálico en el coche: "Porque soy rico". Claro, sencillo y directo.
Valórate a ti mismo
Mario una vez dijo: "Messi es un poco mejor que yo, el resto de jugadores están por debajo. En este caso, debemos decir que Balotelli se pasó un poco a la hora de valorar sus facultades, pero ya dicen que lo que cuenta es la intención. Y no hay duda de que valorarse a uno mismo es el primer paso para que te valoren los demás.
Las cosas no son siempre lo que parecen
Viendo su comportamiento en general puedes pensar que es una persona que pasa de todo, que se cree el mejor y que solo piensa en sí mismo. Pero detrás de todos esos momentos que dañan su imagen, hay acciones que dicen todo lo contrario de él. Una vez ganó 25.000 libras en un casino y nada más salir le dio 1.000 a un mendigo; en Nochebuena pagó todas las bebidas de la gente del bar en el que estaba y dejó 200 libras en una iglesia; un día se paró a echar gasolina e invitó a llenar el depósito a todos los que estaban allí; ayudó a un niño al que le estaban haciendo bullying...
Entonces, ¿es un capullo que de vez en cuando hace cosas buenas? ¿O es un tío que simplemente hace lo que quiere cuando quiere? Yo soy más de pensar lo segundo. Pero sea como sea, a continuación os dejamos con las diez anécdotas más peculiares de Mario...
1. Dejó a su novia por SMS en un directo de televisión.
2. Le parece divertido lanzar dardos a los jugadores juveniles.
3. Después de que el City le ganase 6-1 al United, se paseó por Manchester celebrándolo con todos los aficionados citizens.
4. Cuando le gusta una chica en una discoteca, sus amigos se acercan a ella en plan mafioso y le dicen: "Balotelli quiere verte".
5. En 2010 fue a Nápoles y se hizo fotos con capos de la mafia. Acabó declarando en un juicio.
6. Estrelló su coche contra una penitenciaría de mujeres porque tenía curiosidad por ver cómo era.
7. No sabía que tirar fuegos artificiales dentro de casa era peligroso. Incendió su casa, y ahora sí lo sabe.
8. Se coló con un Ferrari en un circuito de karts.
9. Un día tenía ganas de mear, así que entró en un colegio y le preguntó a los niños si podía usar el baño.
10. No te puede enseñar a ponerte un peto.