Crisis. ¿Qué nos van a decir a nosotros de la crisis? Somos hijos del consumo y herederos de la deuda, el saco roto donde cayeron los sueños de toda una generación. Nos vienen bombardeando con la palabra “Crisis” desde 2007, definiéndola a base de Primas de Riesgo e Ibex 35, aunque su verdadera cara, la que muchos han vivido y la que a muchos les queda por vivir, no puede verse reflejada en ningún telediario. Solo el arte, con la literatura a la cabeza, parece ser capaz de encarar la realidad; y nadie ha sabido hacerlo de forma tan clara ni tan hermosa como Rafael Chirbes.
El Ministerio de educación, cultura y deporte ha concedido el Premio Nacional de Narrativa a este escritor valenciano nacido en 1949 y con prestigiosos premios ya a sus espaldas. Todo empezó con Minium, su primera novela, y desde entonces su éxito se ha ido acentuando paulatinamente con auténticas joyas como La caída de Madrid, ambientada en el día de la muerte de Franco, o Crematorio, el retrato ideal del Levante Mediterráneo, en plena expansión, sin barreras y con personajes tan grises que parecen reales. Esta última tuvo aún más proyección cuando Canal + la utilizó para crear una serie homónima que, a ojos de un servidor, es la mejor serie que se ha hecho en este país.
La novela por la que ha sido premiado Chirbes, y por la que su tan preciada “tranquilidad” amenaza con abandonarle, se llama En la orilla y nos presenta la otra cara de la moneda, la que ya se entreveía en Crematorio, la de una Crisis, la del fin de la gran comilona que deja a su paso una España hundida en furiosa apatía.
Y que la Crisis nos ha afectado a todos en mayor o menor medida. Nada de lo que habla Chirbes en la que parece aspirar a convertirse en uno de los clásicos de nuestro tiempo se te antojará extraño. La realidad, dura y encarnizada se materializará ante nosotros con lo que de barroco y de impactante tiene la obra del escritor valenciano.
Leer En la orilla, leer a Rafael Chirbes, se antoja más una necesidad que un capricho. Es el escritor de la crisis, el escritor del ahora, el escritor del presente en un momento en el que la literatura se evade a épocas pasadas en busca de una realidad más atractiva. Pero ya es hora de dejar atrás esa evasión. Chirbes habla de una realidad que no sacude las vidas de nuestros ancestros. Porque el drama no es cosa del pasado. Está pasando ahora. Y nos está pasando a nosotros.