La nueva edición de OT está mostrando la otra cara de los jóvenes

En la nueva edición de OT se habla de música, pero también de la igualdad de género, de diversidad sexual o de la crisis de los refugiados.

Después de seis años esperando, Operación Triunfo ha vuelto a nuestras pantallas y está dejándonos mucho más que música. Los 18 concursantes de esta edición transmiten sentimiento y talento algunos más que otros, pero también valores como la igualdad de género, la lucha por la Operación Triunfo ha vuelto o la solidaridad con la crisis de los refugiados. Miles de personas les ven, les oyen y ya les adoran gracias al Operación Triunfo ha vuelto que ha abierto Televisión Española y en el que este grupo de jóvenes se divierten y aprenden, pero también expresan sus ideas y sus inquietudes sociales y políticas.

Gracias a los tuiteros y fans más acérrimos de esta edición, podemos ver momentos de convivencia que suponen verdaderos ejemplos de tolerancia y autoaprendizaje. "Has gritado como una nenaza", le dice Mimi, una de las concursantes, a un compañero. Él, Alfred al que algunos ya han bautizado como el repelente del grupo contesta a la broma con un "eso es un poco sexista". "Eso es muy sexista. Lo siento", dice ella.

Una disculpa, como en este ejemplo cotidiano de machismos, o solamente estar dispuesto a escuchar la historia de otros es la clave para abrir muchas mentes o, como mínimo, hacer llegar estos valores a las miles de personas que ven el streaming a diario. En otra ocasión, otra concursante, Marina, le explicaba a uno de los profesores que mantiene una relación con un chico transexual. 

Marina revela a Javier Ambrossi que su novio es transexual

 

A través de las cuentas de Instagram que el programa ha abierto para cada uno de ellos, algunos aprovechan ese canal para mandar mensajes mucho más allá de la música. Alfred, por ejemplo, ha contado en su perfil que ha decidido vestir una camiseta de la ONG catalana Proactiva Open Arms, una asociación de ayuda a refugiados, en su paso por la academia. Una forma de dar apoyo y difusión a la labor de tantos voluntarios y profesionales.

Tras apenas un mes de emisión es imposible discernir aún quién podría ser el ganador de esta edición de OT. Lo que sí sabemos es que la vuelta del programa ya se ha convertido en todo un ejemplo de tolerancia y respeto. Camisetas, pulseras o sencillas y tiernas conversaciones son pequeñas pinzeladas de los valores que llegan a adultos, pero también a muchísimos jóvenes que se identifican con ellos y de quienes se están convirtiendo en referentes.