La Diferencia Entre Ser Sarcástico Y Ser Un Cabrón

Me encanta putear a la gente, pero de buen rollo. Pero nadie tiene clara la diferencia entre ser sarcástico y ser un cabrón.

Me encanta putear a la gente, pero de buen rollo. Esa carita que se les pone cuando te estás quedando con ellos y no saben si matarte o reírse no tiene precio. Muchos me dicen que soy un cabrón, una mala persona y cosas mucho peores que no voy a decir porque si no la censura acabará con este artículo. Pero, ¿qué queréis que os diga? A mí me encanta ser así: no soy un cabrón, solo soy sarcástico.

Hay gente que no entiende este concepto, se creen que soy una especie de demonio -cuernos fijo que llevo si no pregúntale a mis ex-novias, muy cabronas algunas, por cierto y rabo también, pero delante, no detrás también se lo podéis preguntar a ellas-. Por eso os voy a explicar la diferencia entre ser sarcástico y ser un cabrón.

El sarcástico sabe cuando serlo, el cabrón simplemente lo es

Ser sarcástico implica tener controlados muchos detalles, saber con quién debes o no debes serlo, en qué momento y hasta qué punto. Yo por ejemplo no haría la broma del ventrílocuo en un funeral. El cabrón, por el contrario, lo es a tiempo completo.


No me río de ti, me río contigo

Si eres un cabrón nadie se ríe, tal cual.


Ser sarcástico está en tu naturaleza; se nace, no se hace

La vida te hace tantas putadas que lo mejor es reírse de ella. Para ser un cabrón hay que pensar y actuar; pero si eres un cabrón por naturaleza háztelo mirar. En cambio, reírme contigo me sale de una manera muy elegante y natural, es un talento que inconscientemente se perfecciona con el tiempo.


Faltar al respeto es de cabrones, reírse un poco es ser sarcástico

Yo no suelo ser grosero, solo cuando me hinchan las pelotas, y si eso pasa ya puedes correr, doy puto miedo. Y sí, es cierto que a veces el sarcasmo puede confundir, pero la diferencia es que solo pretendo darle un toque de humor a tu problema, no me estoy riendo de ti ni tampoco me estoy metiendo contigo.


Los amigos sirven para reírse un poco de ellos, los cabrones no son amigos

¿Quién quiere tener amigos que no sepan aguantar las bromas?


Los sarcásticos disfrutan siendo víctimas de otros sarcásticos

Somos como una especie de liga extraordinaria, cada uno tiene su estilo y nos gusta que nos den de nuestra propia medicina. Sin embargo, no le hagas una cabronada a un cabrón, porque no se lo tomará bien.


El sarcasmo disfraza la dolorosa verdad

Hay mucha gente que hace preguntas de las cuales no quiere saber la respuesta. A los sarcásticos nos gusta decir la verdad, pero la disfrazamos de humor.


El sarcástico es justo

Los sarcásticos tenemos la obligación de moral de bajar los pies a la tierra a aquellos que nos llegan con los humos subidos. Lo hacemos por justicia, y en ese momento no tenemos límite, podemos hacer daño de verdad, pero solo cuando alguien se lo merece de verdad. Y esto no nos convierte en cabrones.


Si eres un cabrón estás solo en el mundo, si eres sarcástico es porque alguien te escucha

Si eres un cabrón, seguramente estás amargado y necesitas que te abracen, porque tu osito ya está de color amarillo ya me entiendes y tienes que llamar la atención de alguna manera. En cambio, las personas sarcásticas tienen la atención de todas las personas que les interesa, es así de simple: quien hace reír nunca estará solo, excepto Robin Williams, que al pobre lo dejaron colgado.