La despedida más dura y emotiva a Pablo Ráez fue la de su novia

Hace ya un año que Andrea mantenía la esperanza de que la guerra de Pablo Ráez, su pareja, terminara en victoria. La lucha que Pablo se vio obligado a enfrentar era la de seguir viviendo y, al mismo tiempo, la de inculcar a la gente sus ganas de vivi

Hace ya un año que Andrea mantenía la esperanza de que la guerra de Pablo Ráez, su pareja, terminara en victoria. La lucha que Pablo se vio obligado a enfrentar era la de seguir viviendo y, al mismo tiempo, la de inculcar a la gente sus ganas de vivir. Esas mismas que tanto le sobraban, con las que hacía sonreír a todo el que le conocía o leía sus mensajes de optimismo en Instagram.

Pablo era un luchador y Andrea nunca se apartó de su lado. Porque ambos tenían claro que la leucemia solo era un bache, algo con lo que les había tocado convivir y que lo harían juntos. Cada día más, mejor, más fuerte y más alto. Pero, hace un año, esa batalla, que había conseguido unir a muchísima gente en torno a una guerra mayor, se terminó. Pablo nos dejó.

Todo saldrá bien❤🌈✨

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Pero Andrea, su apoyo constante, su roca, su amor, siguió sin irse de su lado. En su perfil de Instagram stories, la joven publicó una captura de pantalla de un post anterior en el que se mostraba un tatuaje en el costado. "Siempre juntos" decía entonces, y lo sigue sintiendo ahora, aunque Pablo ya no esté. 

Siempre juntos ❤️✨#tattoo

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Sus declaraciones de amor mutuas eran constantes. Públicas y privadas al mismo tiempo, intensas, íntimas y , sobre todo, muy sinceras. Se proclamaban sus sentimientos constantemente porque, para ellos, cada día era importante y, al mismo tiempo, no temían que fuera a ser el último. Gracias a ese optimismo, este marbellí se ganó el corazón de las personas, se convirtió en un ejemplo y consiguió multiplicar las donaciones de médula en Málaga en agosto en más de un 200% respecto al mes anterior con su mensaje de amor por la vida hasta el extremo.

Pablo amaba todo de ella, incluso contra lo que peleaba. "La muerte forma parte de la vida, por lo que no hay que temerla, sino amarla", sentenciaba en su Instagram. Y así seguirá siéndolo aunque él ya no esté. Porque Pablo ya es algo más, un símbolo de la honestidad, de fuerza, de que todos tenemos el poder de cambiar las cosas y así le recordaremos. Por eso Andrea, desde siempre y para siempre, le lleva en su alma y en su piel. Un año después seguimos sin olvidarte, Pablo.