El imponente vacío yace en silencio ante ti. Debajo hay más de 400 metros de altura. Las nubes están mucho más cerca que el suelo. Estás de pie, en una de las dos torres, majestuosas y gemelas, que simbolizan dos mundos: el del fracaso y el del éxito. Un cable tensado las une, impaciente de ser atravesado. Pones un pie sobre la cuerda. Una parte de ti siente el vértigo; la otra, aún siente la estabilidad del suelo firme. Es el momento más difícil: tienes que decidir si arriesgas tu vida por tu sueño, si pones el otro pie sobre el cable. En ese instante de duda recuerdas tu lema: "Todo sueño empieza con un simple paso"; así que, poco a poco, apoyas el otro pie sobre el alambre. Notas como todo tiembla hasta que quedas suspendido en el aire. Ya está, eres dueño de tu equilibrio, de tu ilusión. Has dado el primer paso, ahora has de dar los siguientes con cuidado, pero sin mirar atrás. La meta está cerca.

El reputado director Robert Zemeckis nos trae El desafío The Walk, una película que cuenta la historia de Philippe Petit, equilibrista francés que en 1974 se atrevió a tirar un cable entre las Torres Gemelas de Nueva York y caminar sobre él de un lado al otro. ¿Locura o hazaña? En su momento, lo detuvieron y lo llevaron a comisaría por hacer algo ilegal, sin embargo, en la mente de los ciudadanos quedó grabado como algo nunca visto: una diminuta silueta caminando por el aire, entre las imperiales torres rindiendo homenaje a los edificios, la ciudad y a su público. Ante la pregunta de "¿por qué desafía a la muerte?", Petit contesta que para él "eso es vida". Una respuesta alocada que le define como una persona muy atrevida, que antepone su desafío artístico a las posibles consecuencias catastróficas. De hecho, detesta que le pregunten por la muerte, algo inconcebible para él.

La valentía es esencial para enfrentarte a tus retos. "Hay que intentarlo, aunque tropieces y puedas caer al vacío", cuenta Joseph Gordon-Levitt, actor que interpreta al carismático Petit. Para ello, no hay que olvidar que las hazañas no las hace una sola persona. De ahí, el gran acierto del director al convertir el acto en un gran golpe, como si de un meticuloso robo a un banco se tratara. Un equipo motivado en tu sueño es fundamental. Necesitas el apoyo de los tuyos y hacerles partícipes de tu motivación. Y como cualquier gran golpe, hay que prepararlo muy bien. Cualquier fallo puede echar abajo todas tus expectativas. Solo así, con tu propio esfuerzo y liderazgo en la operación, podrás alcanzar lo que te propongas. Y recuerda lo más importante, no dejes de disfrutar mientras estás cumpliendo tu sueño. Ese es tu momento, no pienses en nadie más. Contempla el mundo y trátalo como si fuera tu público.

Una vez abajo, tendrás que entender a los que te han apoyado hasta entonces. Al igual que la novia de Petit, te dirán: "Tu ya has cumplido tu sueño, ahora tengo que encontrar el mío". Así que ya sabes, si Philippe Petit ya lo ha conseguido, ¡puede que ahora sea tu turno!