No se trata de que llegues un día a casa, te tires en el sofá y empieces a decir la típica frase de madre de “es la primera vez que me siento en todo el día”... Eso es demasiado. Son más bien ciertas conductas que poco a poco pueden estar convirtiéndote en “la señora” de tu grupo de amigas. Una suelta, puede pasar desapercibida, pero si las sumas todas, no hay más que hablar. Te has desvinculado totalmente de tus amigas, hasta convertirte en la tía-abuela de todas.
Si cumples más de una de estas características, enhorabuena, tienes 86 años y no lo sabías.
1. Te vas antes de un sitio para que no te cierre el supermercado
Puedes estar de cañas tranquilamente y estar pasándotelo como nunca que de repente, vas a soltar un grito como "¡que me cierran el Mercadona!" y vas a dejar la bebida pagada para irte antes de que te cierren la tienda y así poder hacerte el tupper de mañana. Lo primero, es lo primero.
2. Te has convertido en comentarista profesional
Ya casi no sales de fiesta con tu pandilla y no conforme con eso, cuando suben fotografías a las redes sociales plasmando la noche de desenfreno, te encargas de comentar las fotos de manera escandalizada para citar el careto de tu amigo, el que sale detrás que nadie conoce e incluso el pelo despeinado de tu querida amiga del alma que tras 5 copas solo ha podido salir en la imagen totalmente desmelenada.
3. Segundas oportunidades
No hablamos de llamar a un antiguo amor para perdonarle o reconciliarte con una amistad con la que hace mucho tiempo que no hablas. NO. Es más bien esas oportunidades que se le da a la ropa pasada de moda, que tienes en el fondo del armario, en lugar de irte de compras. No por una cuestión económica, la señorona lo hace por la mentalidad de: “¿Para qué me voy a comprar ropa nueva si la mía está estupendamente”
4. Te haces compañía
Más allá del salir poco de fiesta y conectar contigo misma en casa. Eres muy señora si un día te ves cocinando mientras eres tú misma la que se hace y responde a las preguntas tipo “¿hiervo las verduras o las frío? Mejor las hiervo que así no pierden las propiedades ¿pero compré al final zanahorias? Ay pues creo que no, no sé dónde tengo la cabeza”.
5. Y como no, LAS FRASES
No todo es cuestión de conducta, hay frases que denotan que efectivamente, eres UNA SEÑORA de los pies a la cabeza.
- Empezar con un “yo no digo nada pero…” cuando una amiga tuya se ha liado con un chico que no te gusta y empiezas esa frase para, efectivamente, decirlo todo.
- Incluso incorporando un “ese chico no me gusta para ti”.
- Decir “la madre del cordero” o "la Virgen del Pilar" cuando algo te asombra para mal.
- Contestar con un “servidora” o “yo misma” cuando preguntan quién es el último en la cola de la carnicería.
- Hacer la cola de la carnicería directamente ya es de señora.
- Decir un "ya sabía yo" cuando te reconocen que tenías razón en algo y recrearte con eso mientras te cruzas los brazos.
- Negarte a hacer algo con un: "Ni jartavino".
- Bajarle la autoestima a alguien con un: "vaya pintas me llevas".
- Pasártelo "de puturrú".
- Ir "piripi" o "chispa" y no borracha.
- Decir "si Dios quiere".
- Que un amigo "te de un disgusto" en lugar de estar cabreado con él.
- Soltar un "ay que me da" en pleno ataque de risa.
- Exagerar algo con un " oooooyyy".
- Exagerarlo aún más repitiéndolo "ooooyy. Oooyyy oyyy oyyy".
- Comentar con un "esta está operadísima" cada foto que ves en las revistas y rematar con un "pues se podría peinar".