Opinión
Antes de caer en el haterismo, diré que Cristiano me parece un jugador excepcional, un goleador fuera de lo común y un atleta envidiable; probablemente, el mejor goleador y el futbolista más capacitado físicamente de la historia. Sus números están ahí y negar el merecimiento de los tres Balones de Oro que ostenta me parece una canallada.
Pero siempre he pensado que lo que diferencia a un buen futbolista de un auténtico fuera de serie es su capacidad para adaptarse a distintas situaciones y marcar la diferencia en momentos clave. Y por marcar la diferencia no me refiero a meter un gol decisivo en un partido importante, eso es oportunismo. Me refiero a ser capaz de echarte a un equipo a la espalda y decir "aquí se juega a lo que yo quiero". Y, sinceramente, creo que Cristiano, salvo en contadas ocasiones, no es capaz de hacer ninguna de las dos cosas.
Se podría decir que escribir esto justo cuando el portugués pasa uno de sus peores momentos es en sí algo oportunista: puede ser, pero mi razonamiento precisamente no está basado en estos últimos dos meses en los que Cristiano ha estado, por decirlo de una manera suave, ausente que yo también lo estaría si hubiese roto con Irina Shayk. Pero vamos por partes.
¿Por qué Cristiano Ronaldo no es un jugador que se sepa adaptar a la situación? Por su manera de jugar al fútbol, en la que el físico lo es prácticamente todo; el luso tiene poca capacidad para variar su fútbol dependiendo de los cambios de juego que pueda requerir el partido. Su juego es con espacios, si no hay espacios, no hay party. Obviamente, puede colocarse de '9' he hincharse a meter goles gracias a su olfato, pero no podrá aportar nada más.
Algunos dirán que su buen disparo compensa sus limitaciones en ese aspecto. Cierto es que tiene un chut que muchos querrían para ellos, y que ha metido goles con los que otros solo sueñan. Ahora bien, aquí entra en juego la capacidad de decisión. Sí, mete auténticos golazos, pero también es verdad que le sale uno de cada diez que intenta y creo que estoy siendo amable.
No es un jugador inteligente que sea capaz de tomar a cada momento la mejor decisión, como lo pueden ser, sin ir más lejos y sin salir del propio Real Madrid, Kroos o Benzema. Para Cristiano, la primera opción es tirar a puerta, y la segunda también. Siguiendo en esta línea, creo que Beckham, Juninho y Assunçao se parten la caja cada vez que alguien dice que Cristiano Ronaldo es un buen lanzador de faltas.
Y por esto de que no es un jugador que pueda adaptarse viene lo de que no sea capaz de marcar diferencias en momentos importantes. El portugués destaca en los encuentros en los que el Madrid puede jugar a lo que le gusta, al contragolpe. Pero, ¿qué pasa cuando en un partido tiene que proponer otra cosa? ¿Dónde está Ronaldo cuando el juego se atasca? En la mayoría de estas ocasiones, la influencia en el juego de Cristiano es prácticamente nula. El hecho de que juegue o no juegue no hace cambiar el rumbo del encuentro, y no creo que sea una cuestión de que se esconda en momentos clave, sino simplemente de que no tiene las cualidades tácticas para hacerlo.
¿Cristiano es un muy buen jugador? Sí, nadie puede ponerlo en duda, y probablemente no aparezca otro goleador como él en muchos años. ¿Cristiano es un fuera de serie? Definitivamente, no. No lo es porque no puede proponer nada diferente a lo que todos conocemos, porque no se reinventa a sí mismo cuando las cosas no le salen y porque su influencia en la manera de jugar del equipo es prácticamente nula. Eso por no hablar de su comportamiento, que podría merecer un capítulo aparte. De hecho, como fan del misterio, espero que Iker Jiménez le dedique un episodio de Cuarto Milenio a la necesidad que tiene Cristiano de ser siempre el centro de atención.
Crédito de la imagen: 100x100fan.com