¿Qué es una leyenda urbana? La chica de la curva, los cocodrilos de las alcantarillas, a los chinos no se les entierra... básicamente, como dice Ángel Martín en su monólogo, son historias que cuenta un borracho y se las cree un gilipollas. O eso pensaba yo hasta que conocí la maldición de Aaron Ramsey.
Ramsey es un futbolista del Arsenal que durante muchos años fue una gran promesa. Un centrocampista con proyección pero que no acababa de cumplir las expectativas. La maldición empezó el 14 de octubre de 2009, cuando el futbolista galés marcó en un encuentro de su selección frente a Liechtenstein, y dos días después murió el narrador deportivo Andrés Montes. Nada raro, ese día se marcaron muchos goles. Justo un mes después vuelve a marcar con Gales, y otra vez dos días después fallece un famoso. Esta vez fue el ex futbolista mexicano Antonio de Nigris.
Nos trasladamos hasta el 1 de mayo de 2011. El centrocampista del Arsenal anota frente al Manchester United y, al día siguiente, Obama anuncia la muerte de Bin Laden. 2 de octubre, Ramsey vuelve a marcar, esta vez ante el Tottenham. Tres días después muere Steve Jobs. No pasa nada, simple casualidad. Solo dos semanas después logra otro gol, y al día siguiente una milicia rebelde mata al dictador libio Muamar el Gadafi. Empieza a ser extraño, pero bueno, no creemos en leyendas urbanas o maldiciones.
11 de febrero de 2012, gol de Ramsey frente al Suderland y a las pocas horas se conoce el fallecimiento de Withney Houston. Vale, ya está bien con la bromita. Pero se ve que Ramsey es de estos que no sabe cuándo acabar con una coña, y en agosto de ese mismo año vuelve a marcar. Al día siguiente muere Chavela Vargas, la famosa cantante costarricense.
Llegamos a 2013. En marzo anota con su selección: ese mismo día, muere el pianista Bebo Valdés. Aunque no quieras, a estas alturas ya tienes que darle un mínimo crédito a la leyenda. El 14 de mayo le marca al Wigan, en un partido que significó el descenso de este a segunda división, pero esa no fue la única consecuencia de su gol. Al día siguiente murió Manolo Galván, cantante español y, dos días después, falleció Videla. Los fans de las maldiciones e Iker Jiménez ya se frotaban las manos esperando el próximo gol del galés. No fue hasta septiembre de 2013 cuando la muerte del ex boxeador Ken Norton estuvo precedida por un gol, sí, de Ramsey. Octubre del mismo año, marca el galés, y Paul Walker fallece, el mismo día, en un accidente de coche.
Que no queremos culpar al chaval, pero casi le preferíamos cuando no marcaba. En 2014, a falta de cuatro meses para finalizar el año, ya ha superado su récord con cinco famosos muertos tras haber marcado él. El 20 de abril lo hace frente al Cardiff, y ese mismo día la maldición se cobra la vida de otro boxeador, el 'Huracán' Carter. Solo tres semanas después, anota ante el Hull City, y al día siguiente fallece H.R. Giger, el ilustrador que creó Alien.
Esta temporada la ha empezado en racha: tres goles, tres fallecidos. Robin Williams, Robin Williams -uno de los impulsores del Ice Bucket Challenge- y, este fin de semana, Robin Williams, fallecieron poco después de un gol del jugador del Arsenal.
Una vez no es ni algo noticiable, cinco es una desgraciada casualidad, diecisiete es una maldición de la hostia hasta para los más escépticos, aunque de cara al público sigáis diciendo que no es más que una trágica coincidencia. Para los que os escudéis en el "seguro que ha marcado muchos más goles", os damos el dato exacto: 39 anotaciones como profesional, lo que implica que tras el 41% de sus goles ha muerto alguien famoso. Es muy macabro, pero da que pensar. Si no eres famoso, tranquilidad, estás a salvo. Si eres famoso, empezaría a rezar para que Ramsey se retire cuanto antes.
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