La Cosa Está Muy Mal. Cagadas Universales De Las Tías En Las Citas

Todos somos humanos y de alguna manera o de otra la cagamos en las citas, así que hemos hecho una lista de las cagadas universales que las mujeres hacen.

Sí, es verdad, la cosa está muy mal. Los tíos tenemos facilidad para cagarla, y más si convertís cada cita en un examen en el que o sacas matrícula, o te vas a casa solo. Pero no os penséis que la culpa de que las citas no salgan bien es siempre nuestra. Mujeres, vosotras también la cagáis a base de bien.

¿Sois mujeres o cuadros de Picasso?

Apreciamos mucho que os pongáis monísimas para nosotros, pero no es muy apetecible hundirse en todo el potingue que lleváis en la cara, gracias. Nosotros apostamos por la naturalidad, no queremos sorpresas de media noche.


Lo que pido para comer es mío

Vale, eres runner, estás a dieta y te has pedido una ensalada. Hasta ahí todo bien. Pero si empiezas a atacar mis patatas vamos a tener problemas y más si la noche antes colgaste un selfie con una Cheeseburguer en la mano. Y que decir del postre... si no queréis postre, no pidáis, ¡pero dejad el nuestro tranquilo!


Somos vuestro ligue de tinder, no vuestro maldito terapeuta

"Esta tarde me he peleado con mi madre porque he dejado las bragas tiradas por la habitación". Seamos sinceros, lo que esperamos de una cita es pasarlo bien con vosotras, conoceros, reírnos y, probablemente, un polvo. Así que frases de ese estilo no aportan nada positivo a la noche. Las charlas sobre lo que le gusta y no le gusta a vuestras madres ya la dejamos para más adelante. El año que viene, si eso.


Interrogatorios los justos

Hemos quedado para conocernos, CO-NO-CER-NOS, no queremos una estampida de preguntas sin parar del tipo: ¿cuál es tu color favorito? ¿en qué trabajas? ¿cuánto ganas? ¿Por qué? ¿Me vas a atracar?. Y un largo etcétera.


Convertir la cita en un adivina adivinanza

Es verdad que no nos gusta saberlo todo desde el minuto cero, pero cuidado con el exceso de misterio. Las frases inacabadas, los silencios ambiguos y las indirectas pueden acabar muy mal si no os controláis. No queremos toda la información, pero tampoco nos gusta tener que adivinarlo todo.


Actuar como si ya fuéramos novios

¡Oh, ya hace 1 semana que hablamos por WhatsApp! Está bien eso de coger confianza, pero si no queréis que salgamos corriendo evitad esa manía de poner apodos del tipo: cari, bollito, gordi y demás mierdas. Que os quede claro: ¡no nos molan nada!


Escoger sitios carísimos para las citas

Cena 50 euros, copas 20 euros, la cara de tonto que se te queda cuando después de todo eso te vas a casa solo, no tiene precio. Al final será verdad eso de que irse de lumis es más barato.


De hijos no se habla

¿Que cuantos hijos quiero tener?


Pues mi ex…

Pues vuestros ex nos importan una p*** mier**, quizás deberíais volver con ellos.


El microondas

Si hay algo que a los tíos nos cabrea mucho es que calentéis lo que luego no vais a comeros. Eso de quedarse con la miel en los labios es para los cuentos de Disney.