Probablemente, el título Sound of Freedom no te suene de nada. En ningún momento estaba encaminada a convertirse en un éxito de taquilla, pero se ha convertido en la sorpresa del año. A pesar de sus modestos recursos y un comienzo marcado por el rechazo de importantes estudios, ha logrado superar en taquilla a producciones de renombre como “Indiana Jones 5” y “Misión Imposible 7”. Este éxito se debe a que ha causado furor entre los trumpistas en Estados Unidos.
El thriller dirigido por Alejandro Monteverde ha tenido tanto éxito porque la derecha conservadora ha establecido una relación entre la trama de la película y sus propias teorías de conspiración sobre la corrupción moral de las élites políticas estadounidenses. La película narra los esfuerzos de un agente del FBI, encarnado por el actor Jim Caviezel, por desmantelar una red de tráfico sexual de niños. Además, el hecho que Caviezel sea conocido por su compromiso con el cristianismo, ha fortalecido esta conexión.
El argumento de Sound of Freedom se inspira en la vida del ex-agente del FBI Tim Ballard, quien dedicó su carrera a combatir el tráfico humano. La película no tiene problema al mostrar las partes más crudas de esta realidad, pero, al hacerlo con una cierta sensibilidad, consigue un resultado conmovedor. Más allá de la controvertida figura pública de Caviezel y sus declaraciones, lo cierto es que en esta película hace una gran interpretación.
El mensaje de Caviezel después de los créditos da aún más motivos a los sectores conservadores para establecer paralelismos. Así pues, el actor aparece en pantalla como él mismo y como portavoz de los productores para dar un “mensaje especial”. Caviezel compara el film con “La cabaña del tío Tom”, obra de referencia en Estados Unidos por denunciar el esclavismo antes de su abolición. Además, también hace un llamamiento al boca-oreja porque “la película puede acabar con el tráfico sexual de niños, pero solo si la ven millones de personas”.
Sobre este “extra” de la película, incluso el mismo Montverde admite que el actor hace “una afirmación atrevida”, cuando dice que el film puede acabar con el tráfico sexual. De hecho, el director explica que para él la película acaba cuando aparecen los créditos.
A pesar de las críticas que apuntan a cierto maniqueísmo y al uso de estereotipos, la autenticidad y el impacto emocional de Sound of Freedom son innegables. En este sentido, cumple totalmente con el objetivo de concienciar al espectador sobre la terrible realidad del tráfico de personas.