‘Casa en flames’: la historia de una relación tóxica de familia

La última película dirigida por Dani de la Orden nos adentra en un universo de tensiones familiares, secretos enterrados y relaciones que están siempre a punto de arder.

La trama de ‘Casa en flames’ se desarrolla en la Costa Brava, donde Montse (interpretada por Emma Vilarasau) convoca a su familia en la casa de verano con la intención de venderla para pagar la residencia de la abuela. Al reunir a sus dos hijos (Enric Auquer y María Rodríguez Soto) y a su exmarido (Alberto San Juan), Montse no solo busca una solución financiera, sino también una oportunidad para revivir y sanar viejas heridas.

Lo que hace única a ‘Casa en flames’ es la manera en que se tratan las relaciones familiares, abordando cómo las tensiones y secretos pueden tanto destruir como fortalecer los lazos familiares.

La película destaca por ahondar en la complejidad emocional que trae cada acción de los personajes. Cada uno de ellos está meticulosamente construido con sus propias verdades a medias y contradicciones, lo que permite al espectador identificarse con cada uno de ellos, al menos, en algún momento de la película.

¿Por qué empatizamos con los protagonistas aunque hagan cosas malas?

1. Complejidad y realismo de los personajes

Los personajes de ‘Casa en flames’ están construidos de manera compleja, con sus virtudes y defectos, lo que los hace reales y humanos. Esta tridimensionalidad permite que el espectador vea reflejadas sus propias contradicciones y errores en los protagonistas. Nadie es perfecto y ver personajes que cometen errores, pero tienen razones comprensibles para ello, nos ayuda a conectar emocionalmente con ellos.

2. Empatía y emociones compartidas

La película logra que entendamos las motivaciones detrás de las acciones de los personajes, incluso cuando estas no son moralmente correctas. Cuando vemos a Montse luchar por mantener unida a su familia o a sus hijos enfrentarse a sus propios errores, sentimos empatía porque sus luchas y emociones son universales. El miedo a la soledad, la necesidad de pertenencia y la búsqueda del perdón son experiencias comunes que todos compartimos.

La posibilidad de redención es un tema potente en la película. A lo largo de la trama, los personajes tienen la oportunidad de reconocer sus errores y crecer a partir de ellos. Este viaje de autodescubrimiento y mejora personal es algo que conecta profundamente con el público, ya que todos hemos querido alguna vez tener la oportunidad de corregir nuestros errores y ser mejores.

Las relaciones familiares en este film no están idealizadas: son un reflejo honesto de la vida real con todas sus complicaciones. Ver situaciones familiares difíciles representadas en la pantalla puede ser reconfortante porque valida nuestras propias experiencias y nos hace sentir menos solos en nuestras luchas.

‘Casa en flames’ no es solo una historia sobre vender una casa, sino una exploración de cómo enfrentamos y cómo nos reconciliamos con nuestro pasado y con quienes compartimos nuestra vida.