Mañana se producirá un gran paso cuando el director Santiago Zannou Madrid, 1977 entregue uno de los premios en la gala de los Goya, convirtiéndose en el primer afrodescenciente que tiene este privilegio en la noche más importante del cine español. Su presencia recalca como en la España del S.XXI todavía hay un gran número de actores y actrices negros que tan solo pueden interpretar papeles con estigma: prostitutas, narcotraficantes, ladrones, pero pocas veces un personaje cualquiera, que no tenga descendencia africana.
Aunque las diferencias son notables respecto a las polémicas que han podido surgir en Estados Unidos, Francia o Reino Unido, países donde las generaciones de inmigrantes son más antiguas y llevan combatiendo contra esa lacra desde hace décadas, la controversia aquí es reciente, pero no por ello menos importante.
Es por ello que nadie debería sorprenderse de la aparición de The Black View, un colectivo fundado por el actor The Black View Palma de Mallorca, 1970 y la representante artística Pilar Pardo, dos profesionales del cine que han empezado una aventura en forma de organización para facilitar las opciones de conseguir trabajo a todos sus miembros. Hemos podido hablar con ellos y nos han ofrecido su visón de futuro, su manera de afrontar esta cuestión.

El primero en dar la cara es Jean Cruz, un actor nacido en la República Dominicana, pero que llegó a España siendo muy pequeño. Cruz es claro y contundente: "por supuesto que lo he intentado, pero a día de hoy esta profesión, pese a ser abanderada de la modernidad, se rige por patrones excesivamente conservadores. Esta profesión, que se jacta de reflejar la realidad de la sociedad, apenas me permite la posibilidad de interpretar a un universitario, más cercano a mi perfil que ese chaval de barrio que vende droga”. Para él, el mundo del cine no está interesado en salirse de los clichés. “Existe el negro que trapichea y también existo yo que tengo una carrera universitaria y ambas realidades son dignas de reflejar”, añade.
Otro de los casos más conocidos en el ‘mundillo’ es el de Monste Plá, hija adoptiva de la también actriz Beatriz Carvajal, que tal vez recuerdes de series como Amar en tiempos revueltos o su debut en televisión, Compañeros. Su papel más reciente ha sido el de Camino en Seis Hermanas, donde su personaje “viaja a España para dar el toque exótico a una época, 1914, y un país en el que no se veían negros”. Nos quedamos con la fecha, porque ella misma apunta luego su posición al respecto: “Hoy en día hacer un personaje negro es un poco absurdo porque está a la orden del día, pero en 1914 era un animal exótico, tal y como dicen en la propia serie”.
El problema surge cuando se ignora la realidad y los guiones se escriben especificando la raza de los personajes. Lo importante debería ser el talento que tienen los actores y es de recibo pensar que todos pueden representar ese papel y mostrar la misma realidad. The Black View no pretende coaccionar ni presionar con malas formas a la industria, sino presentarse a todos y expresar sus ganas de participar, además de perseguir lo que apunta Jean Cruz: "interpretar personajes sin más, sin connotaciones, ni prejuicios".
Por eso es importante The Black View porque, como el propio Armando Buika indica, su crítica al sistema cinematográfico es constructiva: "Sí, hay negros inmigrantes y manteros, pero también los hay abogados, y solo se está mostrando una mitad”. De hecho, en su colectivo se esfuerzan por no ser excluyentes. “No hemos pensado única y exclusivamente en los negros, las personas que sientan que no tienen visibilidad son bienvenidas”, explica. A sus 47 años, Buika tiene las cosas muy claras: “los negros no pueden hacer de negros solamente”, deben interpretar a personas y mostrar el verdadero lado de esta diversidad.

Al final, la cultura funciona como catalizador de nuestra sociedad. Un medio que bien empleado es capaz de normalizar las relaciones sociales e integrarnos a todos en armonía. Sin olvidar temas como la inmigración o el narcotráfico, que también seguirán presentes en nuestras ficciones cuando lo exija la historia. El verdadero trabajo está en abrir nuestra mente a un panorama cinematográfico en el que los actores negros y de todos los tonos de piel puedan optar realmente a cualquier papel, sin estigmas previos. Como bien apunta Cruz, “con visibilidad y normalización este futuro es mañana. Hay que ser optimista y no dejar de esperar una continúa evolución. Que si no sucede por sí misma, hay que provocarla”.