Resulta muy curioso que tantísima gente fantasee con la inmortalidad y sin embargo no hagan una mierda, o muy poquito, para conseguir lo más cercano a ella que existe en estos momentos: una vida larga. Porque sí, hay mucho que puedes hacer para extender tus años en el mundo. En concreto, y según investigaciones de la Asociación Estadounidense del Corazón, existen ocho reglas esenciales, llamadas Life’s Essential 8, cuya puesta en práctica puede servirte para ganar seis años de vida. Vale, seis años no son la eternidad, no impedirán que abandones la vida y cruces al otro lado, pero son seis putos añazos con los que puedes tener millones de experiencias más. ¿No merece la pena?
El primero de ellos, escriben en BestLife, revista digital que difunde los fundamentos de los Life’s Essential 8, es tan sencillo como comer bien. ¿Cuántas veces tienes que oír hablar de las maldades de los procesados para desterrarlos de tu vida para siempre? Son demonios en la Tierra. De esta regla se desprenden a su vez varias reglas más: controlar el colesterol para ahuyentar las enfermedades cardíacas, controlar el nivel de azúcar en sangre para reducir las probabilidades de sufrir una variedad enorme de enfermedades y controlar el peso. Esto último reduce las probabilidades de “diabetes, ciertos cánceres, cálculos biliares, osteoartritis, problemas respiratorios y apnea del sueño”.
La quinta regla también la has escuchado unos trillones de veces: mantenerte físicamente activx. Como añaden desde dicho medio, “hacer ejercicio con regularidad es otra forma de añadir años a tu vida y aumentar tu bienestar”. Y esto último no debería pasar desapercibido: una cosa es vivir más y otra cosa es vivir más tiempo de calidad. ¿Qué sentido tendría la inmortalidad si te sintieras todo el rato aletargadx y con la salud emocional por los suelos? Del mismo modo, lxs expertxs de la Asociación Estadounidense del Corazón aconsejan dormir bien todas las noches para “hacer retroceder tu reloj biológico”. Es el momento donde tu cuerpo se resetea. Es el momento mágico.
Por último, hay otras dos reglas que deberías aplicar a tu vida. Por un lado, controlar la presión arterial para espantar lo máximo posible los derrames cerebrales, los problemas metabólicos y las enfermedades renales, entre otras afecciones. Por otro lado, y esto puede costarte más que cualquier otra de las reglas si eres fumadorx habitual, dejar el tabaco definitivamente. ¡Hasta diez años puede sumar a tu cuenta! Tal y como puedes ver, ninguna de estas reglas es revolucionaria, lo que evidencia que tener una vida larga es en realidad relativamente sencillo y al alcance de cualquiera. Todo lo demás es secundario. Menos influyente. No esencial. La (casi) eternidad está en lo simple.