El ayuno de dopamina es una trola

No puedes alterar tu equilibrio neuroquímico a tu antojo

El ayuno de dopamina lleva trendy unos cuantos años. Y su premisa es relativamente sencilla: participar en actividades que generan mucha dopamina en el cerebro termina generando tolerancia y haciendo que nada te motive lo suficiente, por lo que evitar durante un tiempo las redes sociales, los videojuegos, el chocolate y todas esas cosas capaces de dar un boost dopamínico puede ayudarte a reiniciar el cerebro y recuperar la motivación. Suena muy científico. Muy bonito. Pero, según cuenta el experto en psicología Oliver Serrano, de la Universidad Europea de Canarias, esta teoría tan cool “no tiene ningún respaldo en la neurociencia actual”.

Bulo 1: niveles perjudiciales

El primer roto en esta teoría es el de los niveles perjudiciales de dopamina. En palabras del propio Serrano, “no hay evidencia de que actividades como ver una serie o comer chocolate generen niveles peligrosos de dopamina”. Eso solo pasa con ciertas drogas como la cocaína o las anfetaminas. Ni pasarte horas en las redes sociales ni echarte una partida a tu videojuego favorito tienen ese efecto por mucho que lxs influencers desinformadorxs de turno lo digan. Y esto no quiere decir que el abuso de estos entretenimientos sea bueno. Simplemente no desbarajustan tu sistema de dopamina de la forma demoníaca que pregonan algunxs.

Bulo 2: apagón voluntario

El otro gran problema de esta teoría es que tú no puedes apagar de forma voluntaria tu sistema dopaminérgico para reiniciarlo. No tienes ese control. Piensa que la dopamina no solo interviene en la anticipación de recompensas, sino también en muchas otras funciones del organismo. “Intentar reducirla mediante abstinencia puede ser como mínimo una mala metáfora y en el peor de los casos puede llevar a prácticas rígidas y poco saludables”. Para Serrano, que lo del ayuno dopamínico naciera en Silicon Valley, donde valoran más el rendimiento que el placer, no es casualidad. Pero no te conviene hacerle mucho caso.

Bulo 3: la clave es la dopamina

Después de leer todo lo anterior, puede que pienses algo así como pues yo estuve una semana sin redes sociales y me sentí muchísimo mejor. Y literal que sí. Nadie te niega eso. Porque tomar distancia de ciertas actividades es saludable y te permite centrarte en cosas más satisfactorias. La cosa es que “sus efectos se explican mejor desde la psicología del comportamiento y la gestión del tiempo que desde una supuesta desintoxicación neuroquímica”. Ya el simple hecho de querer jugar a modificar tus neurotransmisores es un poco too much. Como que necesitas mucho más control del que hace falta para ser feliz. Así que chill.