Esta es la gran diferencia entre las escenas sexuales de 'La casa del dragón' y 'Juego de Tronos'

 Seguirá habiendo violencia sexual, pero será tratada de una manera mucho más responsable

Ya han transcurrido unos cuantos años desde que terminara Juego de Tronos definitivamente, pero algunas de las escenas de violencia sexual más duras de la serie permanecen en un rincón de tu memoria: la violación de Khal Drogo a Daenerys de la primera temporada, la violación de Jaime a Cersei de la cuarta temporada o la violación de Ramsey Bolton a Sansa en la quinta temporada, todas ellas mostradas en cámara como recurso de entretenimiento. En La casa del Dragón, sin embargo, las cosas prometen ser bastante diferentes.

Qué hay detrás de las cámaras

O eso es lo que se deduce de las palabras expresadas por Sara Ness, guionista y productora de la precuela, durante una entrevista para la revista Vanity Fair en la que le preguntaron acerca de este tipo de escenas. Al fin y al cabo, se trata de una historia ambientada en una realidad medieval absolutamente patriarcal: no incluir experiencias así en la vida de algunas de las mujeres del relato sería poco realista. En ese sentido, la clave del asunto no radica en si habrá violencia sexual o no. La habrá. La pregunta es cómo será tratada.

Una mirada centrada en el dolor

Y ahí lo tienen claro. En palabras de la propia Ness, y haciendo referencia a una escena de la serie que verás en las próximas semanas, "manejamos la situación fuera de pantalla y, en cambio, mostramos las consecuencias y el impacto en la víctima y en la madre del perpetrador". Y eso es una diferencia enorme. En lugar de enfocarse en el acto en sí, en su brutalidad, en su animalidad, se concentra en el sufrimiento que produce. Nada de explotarlo como recurso morboso. Nada de espectacularizar una violación. Una mirada comprometida.

Sobre violencia sexual

En la misma línea hablaron dos de las actrices protagonistas de La casa del Dragón, Emma D'Arcy y Olivia Cooke, en una entrevista para E!News, en la que afirmaron que "no creemos que la serie glorifique a las figuras depredadoras y opresivas, pero sí identifica que están ahí". Exactamente lo que muchísimxs aficionadxs a Juego de Tronos reclamaron durante muchos años. Fingir que no existe la violencia sexual resulta irresponsable, pero también mostrarla con una crudeza que excede lo necesario y ahonda en la humillación.

Además, apuntaron ambas, la serie trata no solo de testimoniar la violencia sexual contra las mujeres, sino también localiza y señala todos los mecanismos a través de los cuales toma forma. Por ejemplo, mostrando que "la forma en que se consolida el poder masculino y continúa sublimando a las mujeres es deshaciendo las amistades que crean solidaridad y permiten imaginar nuevas realidades". No sabemos si esta precuela terminará siendo tan mítica como la original, pero al menos sabemos que sí será mucho más feminista.