Briten Odia Los Lunes – Primeras Citas (Parte 2)

A ver, ¿cuántos loros te has comido, chata? No paras de hablar y parece que tienes verborrea. Es como una entrevista de trabajo… Solo os hacéis preguntas para saber más el uno del otro y saber si pasáis a la siguiente fase. Aquí muchas veces solemos mentir para crear la imagen que queremos que tenga de nosotras. Por ejemplo, imaginemos que Jeffrey es un amante del ski “no me lo creo… ¡yo también!” MENTIRA. Tú no sabes bajar ni la pista verde de Xanadú, INSINCERA.

Pero, ¿cómo es el momento silencio? Qué horror, solo quieres que dejen de pasar ángeles y que se caiga un plato para que lo puedas comentar. Esto puede ser muy triste porque puede ser el comienzo del declive de la date. Por ello, SIEMPRE hay que tener temas en la retaguardia. Los temas que se suelen tratar en las primeras citas son: educación colegio y universidad, gente en común esto es horrible porque si das con demasiada gente tendrá anécdotas que contar sobre ti, yo aquí siempre la cago, anécdotas suyas y en común es decir, de las veces que os hayáis encontrado y derivados, etc. Si ves que el tío solo te quiere emborrachar o pedir otra ronda… BIEN. Cuantas más copas, más conversa, así que tú te dejas llevar: “ui Juan…voy un poco piripi, uju uju”.

En este punto de la date ya vas un poco contenta “seee nene, dame un bezito”, así que te sueltas y te dedicas a comentar todo lo que opinas sobre él y lo que habéis vivido juntos hasta el momento.  ”Ese día pasaste de mí”, “no me volviste a llamar”, “nunca me escribiste”… Pues sí, le cae una pedazo de bronca al pobrecito que ni se lo cree. Pero da igual, todo es muy bonito porque vais en coma; lo mejor es que ¿tú realmente crees que Jeffrey se para a pensar en lo que le estás diciendo? NO.  El otro  asiente, se intenta defender como puede y, sobre todo, se ríe.  Que si jajaja, que si jejeje, que si jijiji… PUFO. Si ahora viniera Carlos Sobera a preguntarte que es lo último que le acabas de decir, su contestación sería algo así como “erm… puees… ¿otra copa?”. Seee… la duda ofende.

Aunque durante el momento copa la conversación sea prácticamente de besugos, sigue siendo muy importante para ponerse “tonto”. Es decir, en este momento es cuando empiezan las caricias, que si te coge la mano, que si te toca de la cintura, que si un abrazo, que si un besito tierno en la mejilla y así hasta el momento portal que describiré más adelante.

Que conste en acta suprema que este momento NUNCA llega si la cita ha ido mal. Si le gustas hay copa, si no le gustas no hay copa. De igual manera que si a ti no te gusta ya te pueden poner el mejor ron añejo del trescientos antes de cristo que… TE CREES que me voy a quedar a tomar una copa contigo. Antes me convierto en Pamela Anderson. CONCLUSIÓN: copa, copa, copa.

La cita ya llega a su fin y el tío te acompaña a casa. Si no te acompaña, SUSPENSO. No quiere nada contigo, BICHO.

En el caso de que sí que te acompañe, llegáis al portal y alargáis la conversación. Tanto él como tú tenéis una pregunta en vuestro insignificante cerebro que no para de aparecer.  Por mucho que te hablen del tema que más te guste del mundo ellos fútbol y tú Sexo en Nueva York, te sigues preguntando…”pero vamos a ver ¿le beso o no le beso?”. Hasta que ese momento llega que puede que no llegue y entonces significa que hay un… SUSPENSO; estáis los dos súper nerviosos, empezáis a ligar a muerte y tú a jugar con las llaves de tu casa a la cual no quieres entrar ni pagada. Hasta ahora, no habíais ligado en ningún momento de la date puede que de manera más discreta durante la copa, porque os estabais dando el “aprobado”, pero ahora como la cuestión es: ¿pillar o no pillar? la cosa cambia. Que si me río de todo lo que dice aunque no tenga gracia, que si muevo el pelo y juego con él, que si me balanceo sobre mí misma,  que si me apoyo contra un coche mientras hablamos o al revés, etc. RIDÍCULOS, que sois unos RIDÍCULOS.  Todo aquel que pase por vuestro lado sabe perfectamente que estáis haciendo tiempo hasta que uno de los dos valientes se atreva a entrarle al otro.

Yo soy partidaria de que SIEMPRE hay que besar al sapo, aunque sea por lo arruinado que le has dejado tras una noche de estrellas.  Este beso también es muy importante; si ves que se acelera quiere decir que solo te la quiere meter y que todo lo que ha hecho hasta ahora era para procrear contigo. En cambio, si el beso es menos pasional, que no menos bonito, eso quiere decir que le gustas. Aun así te la sigue queriendo meter por todos los orificios de tu cuerpo, no te vayas a creer tú que eres especial o algo.

Después de la cita, independientemente de la “fase” en la que te hayas ido, decides si ha sido un éxito o no. Le damos el aprobado o el suspenso,  la aprobación o negación, el sí quiero, el cásate conmigo, nene, el ¿cuándo volvemos a quedar? o el “vaya coñazo de cita”, el “contigo no bicho”, el “a la basura moco usado”, etc. No te preocupes… él hace lo mismo contigo. CHULA, que eres ¿de Madrid?

En el caso de que se haya convertido en tu nueva diversión solo estás pensando en si te escribirá o no. Y hasta entonces, ¿qué haces?  Pues qué vas a hacer, hombre… le cuentas toda la date a tus amigas. TODO. Pero… ¿cómo estás de nerviosa hasta que te escribe? Otro rollo es tu monotema: “tía… ¿crees que me escribirá?” Pues probablemente NO, intensa, que eres una intensa, que solo hablas de tu cita y yo llevo sin pillar desde liberad a Willy, ¿VALE? esto solo lo piensa la amiga amargada, las demás directamente dejan de escuchar y asienten a todo lo que dices “je sí, je sí”.

En el caso de que no, sé valiente y escribe tú, y si le has gustado seguirá quedando contigo. Así te ahorras saber si quiere algo contigo o no. Pero por supuesto antes de escribirle, ¿qué tienes que hacer? Escribir a tus amiiiigas, hombre. Tienes que tener todo tipo de información para ver qué le escribes, cómo, a qué hora, qué emoticono pones o si le mandas un vídeo tuyo al más puro estilo Cunef. Ya me entendéis. En el caso de que no te haya gustado, rezas a Dios para que nunca jamás en su vida te vuelva a escribir, que deje de invitarte a planes pereza seguro que es provinciano y te dice algo como “illa er día catorse de abrí  hay una capea ¿te vieneh o qué ase?” Pff… calla chapas, que te pare de acosar por las noches pero ¡OJO! que nunca, nunca, NUNCA, deje de invitarte  a copas.

Feliz semana. Paz nenes.