El Boxeo Vuelve A Subirse Al Ring De La Moda Deportiva

No hay nada que la diferencia de cualquier otro pasaje de la zona salvo un pequeño piso situado en el número 25: ahí tiene su sede la Federación Catalana de Boxeo.

La calle Xuclà tiene el aroma inconfundible que impregna el caos laberíntico del Raval. Es, como el resto de callejuelas aledañas, gris, cómplice, decadente y tan estrecha que da la sensación de que las fachadas y los balcones van a precipitarse sobre el peatón. No hay nada que la diferencia de cualquier otro pasaje de la zona salvo un pequeño piso situado en el número 25: ahí tiene su sede la Federación Catalana de Boxeo.

La primera y última vez que estuve me atendieron una mujer joven y fuerte y un hombre mayor con la nariz torcida, signo inequívoco de su pasado como púgil. La actividad era mínima. Uno podía imaginar, en ese piso silencioso y semivacío, el ajetreo de épocas pasadas, cuando el boxeo gozaba de una popularidad universal hoy atribuible al fútbol. En la actualidad, la Federación que sigue trabajando para limpiar el buen nombre de su deporte y organiza combates y veladas es un reducto de nostalgia donde se amontonan infinidad de libros, biografías y crónicas que narran el pasado glorioso del boxeo. Durante muchas décadas, desde principios del S. XX hasta los años 60, los púgiles eran celebridades nacionales que gozaban de éxito y reconocimiento de todos los estratos sociales del país. Nombres como Josep Gironès o Urtain congregaban a miles de personas en los combates.

Pero el boxeo, con el paso del tiempo, adquirió una fama escabrosa que le fue arrinconando y marginando. Luchadores con graves problemas de drogadicción, los amaños o el auge de otros deportes hirieron de muerte a una disciplina que se negó a darse por vencida. Los prejuicios de mucha gente que ignoraba la esencia del boxeo juzgaron que era un deporte violento y marginal, propio de las clases desfavorecidas, cuando la realidad indicaba todo lo contrario.

Hoy son muchos quienes trabajan día a día para revertir este falso estigma. Las veladas pugilísticas vuelven a estar de moda en Barcelona, que en tiempos pasados fue una de las capitales europeas del boxeo. Este viernes 24 se dan cita en la Farga de l’Hospitalet algunos de los mejores púgiles del ámbito nacional bajo el título “Jaque a Europa”. Allí estará Codigo Nuevo para contarlo.

Hay programadas hasta seis peleas, todas ellas protagonizadas por púgiles profesionales procedentes de diversos lugares. El gran combate de la jornada lo disputarán dos contendientes con cuentas pendientes: Juli Giner y Rudy Encarnación. El que gane el combate se clasificará directamente para disputar el título de Campeón de Europa de la European Boxing Union de Peso Pluma. Ambos luchadores combatieron por el cinturón nacional en una pelea el pasado mayo que no se resolvió del lado de ninguno de los dos.

También, en esta velada, está en juego el campeonato de España de Peso Medio por el que pelearán los noqueadores Guzmán Castillo una de las promesas nacionales con más futuro y el consagrado Rubén “El destructor” Díaz.