Hola, camaradas:
Aquí vuestro redactor favorito con la frikada de la semana. Dejad de tocaros leer el Quijote por un momento y escuchadme, que os traigo jugosas anécdotas de esas que tanto gustáis de saber.
¿Conocéis a Kanye West?
Si la respuesta a la pregunta es NO, dadle al play; si la respuesta es SÍ, seguid leyendo más abajo.
Pues este artista de revista se ha marcado otra excentricidad de las guapas y gordas, tan guapa y gorda como las modelos que tan de moda están últimamente. Ya sabéis, las que posan ante las cámaras a pesar de pesar mucho y de las que todos los malditos medios dicen que son un ejemplo de superación y de confianza en sí mismas, con un terrible y asqueroso paternalismo, porque en realidad siguen pensando que son unas cerdas obesas aunque eso sí, con unas facciones porcinamente agradables. Revelación: al cabo de cuatro días van a volver a recurrir a las anoréxicas domesticadas de siempre para seguir anunciando sus perfumes, lencería y hasta carritos de bebé para mellizos.
Por cierto, yo puedo llamarles gordas porque estoy desvergonzadamente gordo y al decirlo anulo el insulto porque no lo veo como algo malo, al menos no tanto como promover la bulimia, acomplejar a una generación entera o hacer tallas de pantalón para quinceañeras del diámetro de la honestidad de Rajoy en el pasado Debate de la Nación. Fin del inciso, que me dicen mis jefes que leer os cansa y luego no generamos tráfico, y eso sí es un problema gordo. Es por eso que uso negritas y muchos reclamos visuales hipnotizantes, para que os entretengáis y os quedéis enganchados a la mejor revista digital que existe, o al menos a la única en la que todavía puedo publicar.
Lo que venía diciendo es que el bueno de Kanye nos tiene un poco acostumbrados a sus paranoias. Mi compi redactor experto en música y en opinar demasiado, Aleix Mateu, dice que es el amo, que está loco pero que a su vez es un genio. Pero, eh, este es mi artículo y no el suyo, así que yo paso bastante de endiosar al tío este, porque el muy crápula cobró 3 millones de dólares por tocar en un concierto privado para el dictador de Kazajistán, Nursultán Nazarbayev, que por cierto, además de dirigir el país a base de todo menos democracia y derechos humanos, tiene a sus mejores científicos trabajando día y noche en encontrar la fórmula del elixir de la inmortalidad historia 100/100 real que os explicaré otro día en un artículo que ya he empezado a escribir en mi cabeza desde el inicio de esta frase.
BASTA.
Lo que yo os quería contar antes de vuestras molestas interrupciones y preguntas sobre mi opinión acerca de la opción moral de cobrar sucio dinero de tiranías o de la hipocresía mediática en el tratamiento de la gordura es que Kanye West está preparando un videojuego que tendrá por objetivo ayudar a su santa madre a llegar al Reino de Dios. En palabras de Wild Wild West:
" La idea es esta, mi madre pasando por las puertas del Cielo, y tienes que llevarla a las puertas del Cielo más altas que haya sosteniéndola en la Luz".
La señora West murió a causa de una deficiencia coronaria causada por una cirugía estética mal ejecutada. Al parecer, su hijo lleva 6 meses trabajando en el proyecto, que estará basado en la canción Only One que lanzó el 31 de diciembre de 2014 junto con Paul McCartney. Por respeto a la mamá West no voy a opinar sobre el tema, ya que me resultaría un poco frívolo hablar sobre lo que pienso después de tanta coñita hecha.
Así que, para acabar el artículo, solo quiero añadir que le he preguntado a mi madre periodismo de investigación si le gustaría que le dedicara un videojuego para ayudarla a ir al Cielo cuando se muera. Después de discutirlo un poco, me ha dicho que OK siempre y cuando no se lo enseñe a mucha gente y sea algo bonito, porque sabe que me gustan los "jueguitos y esas cosas" y que a ella le parece bien si es para ayudarme a superar el mal trago. True story, camaradas, true story.