Si te atrapó 'Narcos', estos 5 libros revelan la crudeza de las grandes mafias

Narcos, Peaky Blinders, El Padrino, Uno de los nuestros, etc. Son títulos a los que les seguiría un etcétera tan largo que necesitaríamos una sección especial solo para hablar de mafias, mafiosos y la cantidad de minutos que cine y series han dedicado al mundo del crimen organizado. Fuera de pequeñas y grandes pantallas existen historias reales, sin edulcorantes y con una realidad no apta para carteles gigantes en la Puerta del Sol. Estos libros son cinco ejemplos para adentrarse en la realidad de distintas mafias sin necesidad de pasarte el domingo pegado al televisor.

Roberto Saviano llegó a nuestra realidad y estanterías a través de esta obra en la que detalla, sin miedo ni escasez de detalles, el imperio empresarial y el tejido criminal que envuelve a la Camorra napolitana. Los hilos de los capos sostienen negocios de productos tan cotidianos como la ropa de marca y se extienden entre manchas de sangre y oro blanco hasta tejer una red internacional de la que se alimentan varios estratos sociales.

Saviano reúne datos y momentos que expresan sin disimulo cómo la Camorra mata sin escrúpulos ni temor a los daños colaterales, aunque sus víctima tengan nombres propios y tiernas edades. Este libro está basado en una situación actual, real y acallada por personas que ocupan sillones en despachos importantes.

Gomorra fue llevada al cine por el director italiano Matteo Garrone, recibiendo el premio del jurado en el Festival de Cannes y se convirtió en una serie con audiencia de aplauso. El ser objetivo de miradas y nuevas investigaciones irritó a los jefes de los grandes clanes napolitanos que obligaron al autor a usar escolta desde la publicación del libro.

Maruja Pachón y Alberto Villamizar contactaron con Gabriel García Márquez para que relatase el secuestro de ella y todas las gestiones para el rescate que realizo él. Con semejante punto de partida, el escritor colombiano publicó este libro basado en el secuestro real de varias personas destacadas de Colombia durante la época del narcoterrorismo a inicios de los años noventa. Los Extraditables, grupo capitaneado por el archiconocido —y recientemente vitoreado— Pablo Escobar, firmaban los crímenes.

En Noticia de un secuestro afloró el periodista que encerraba el escritor, usando un drama real que ocupaba las televisiones y otorgándole el estilo narrativo que le identifica. García Márquez nos contagia —del modo más objetivo que le permite la historia— del dolor y la angustia que generaba la incertidumbre o la certeza de una muerte inminente. Es una historia sobre la privación de libertad de víctimas y verdugos, a quienes además de retratar con pistola en mano, humaniza a través de los recuerdos de los secuestrados, con quienes compartían rutinas y encierro.

Pablo Escobar, Los Extraditables y una de las épocas de mayor terror en Colombia narrada por el maestro del realismo mágico, esta vez, predominando el periodista que siempre fue.

Un cuerpo tatuado desde el cuello, escondido entre sombras, mostrando solo un agresivo perfil.  Educación siberiana refleja dureza desde la portada. Nicolai Lilin se niega a explicar los dibujos que adornan su cuerpo, porque la tinta forma parte de su tradición, de su relato vital y, según sus creencias, nadie debe preguntar por lo que lleva narrado en la piel. Lilin escribe una autobiografía en la que presenta al lector su infancia y adolescencia como miembro de una familia urca, una comunidad de la Siberia rusa que Stalin desterró a Transnistria, un pedazo de Tierra entre Moldavia y Ucrania que en 1990 declaró su independencia, pero ningún estado reconoce.

Educación siberiana fue aplaudido por autores como Roberto Saviano por la sinceridad cruda y natural con que hablaba de una comunidad desconocida y marcada por la violencia, creencias arcaicas y unos polémicos valores. Este libro ha generado suspicacias por dos motivos. En primer lugar, su autor retrata y defiende una forma de vida con tintes bárbaros y una lealtad mal entendida que les hace no reconocer otra autoridad que la de sus ancianos, o exaltar valores como la lealtad, la humildad y la generosidad...¡pudiendo castigar con la muerte a quien lo incumpla!

El libro también ha despertado recelos porque hay quienes consideran que las historias forman parte de la ficción, que los episodios de palizas, violaciones y muertes agresivas que retrata, son difíciles de creer en los años 90 en que, en teoría, allí se vivieron. Ante la duda, Nicolai Lilin ha continuado escribiendo y tiene una serie de títulos en los que explora y exprime esa vida entre este clan siberiano que ha determinado su historia.

Para hablar de mafia y narcotráfico no hay que pasar muchas horas de viaje, en nuestras fronteras hay capítulos para un rato largo. Nacho Carretero recoge en su libro Fariña los episodios más destacados que el narcotráfico gallego ha dejado grabados en nuestro mapa, con nombres y apellidos tan reseñables como Sito Miñanco, Marcial Dorado, Laureano Oubiña y el testimonio de protagonistas a quienes la droga arruinó o enriqueció.

Durante los años 90 cerca del 80% de la cocaína que entraba a Europa usaba como puerta las costas gallegas, receptivas ante dinero fácil y en cantidades ingentes. El contrabando mitigaba el atraso económico que padecía la zona y aprovechaba con mucho éxito la estratégica posición de sus rías. Políticos, terratenientes, vecinos. Todos callaban y ponían la mano, Galicia se enriquecía y mientras la droga no entrará en las venas de casa, todo iba bien.

Nacho Carretero no se limita a contar batallitas pasadas y remata este libro-reportaje con un análisis del panorama actual, porque en las tierras gallegas sigue operando la mafia a través de clanes patrios que manejan la droga desde Galicia, con la sutilidad que les ha enseñado la cárcel y el tiempo, pero con la impunidad de siempre.

Este es un libro de difícil localización en tiendas, pero que incita a su lectura por el halo de leyenda que parece rodear la historia. Memorias de un yakuza está escrito por Junichi Saga, un médico japonés que reúne en sus páginas el relato que le contó un enigmático paciente. Un día cualquiera de invierno, Eiji Ijichi -ex jefe yakuza- se presenta en la consulta de Saga y descubre su torso para la revisión.

El autor reconoció la procedencia los tatuajes que inundaban el curtido cuerpo, y la tinta sirvió de excusa para escuchar unos recuerdos que dibujaban la filosofía de la mafia yakuza y la historia del Japón de la primera mitad del siglo XX. Asesinatos, redadas, juegos ilegales, honor o tradición se despliegan a través de una voz que los ha vivido en primera persona y que llega al final de su vida con necesidad de vaciar recuerdos y culpa.

Netflix nos ha inyectado la curiosidad por todo lo que rodea al mundo de la "plata o plomo", nos ha generado una ilusa la idealización del mundo de la mafias y sus particulares lealtades. Pero, fuera de los pixeles también hay crudas realidades que pueden mantenerte enganchado y con el asombro encendido. La realidad de la mafia también se lee y estos son sólo cinco ejemplos.