Análisis exhaustivo de la personalidad de la gente que dice OKIS

En Código Nuevo hmos querido desvelar los misterios que envuelven a esa extraña gente que dice okis. Estas son nuestras conclusiones.

Vergüenza ajena: dícese del sentimiento de pena y rabia que sientes cuando escuchas a alguien decir ‘okis’. Cuatro letras que para muchos pasan desapercibidas pero que para otros significan mucho más. Si eres de los que la usa, no sigas leyendo. Te voy a poner a caldo.

En realidad, el término ‘okis’ no es más que la prostitución de O.K. Locución que tiene su origen en la Guerra Civil de EE.UU. Cuando las tropas regresaban de la batalla, si todos volvían vivitos y coleando, se ponía en un pizarra ’0 Killed’. Que abreviando abreviando, quedó en O.K y desde entonces se utiliza para decir que “todo está bien”. Después del inciso histórico-cultural, volvamos a lo que nos atañe: ¿Cómo son y qué oscuro secreto esconden los ‘okisianos’? Si, has leído bien: okisiano. Porque si ellos se inventan palabras yo también.

Vocabulario del okisiano

Fans incondicionales de los anglicismos y de palabras adulteradas terminadas en ‘i’ como ‘cuqui’, ‘hasta luegui’ o ‘guachi’, la jerga okisiana es más amplia de lo que imaginas. Su poder de creación semántica es imparable y son capaces de crear mierdas del tipo ‘oki doki’ elevando así su estupidez al máximo exponente.

 Lo que para un humano normal sería un “Buenas María. ¿Te apetece salir esta noche a tomar algo?” un okisiano lo traduciría a “Holi Meri! cuqui emoticonos a cascoporro Nos vamos de party hoy? Di que sí plis”.

didier drogba

Carácter del okisiano

Más tierno que una bola de mozzarella fresca, más pink que el fondo de armario de Hello Kitty y más happy que el menú infantil de Mcdonalds. Esta gente en vez de sangre tiene purpurina y para ellos siempre todo está okis. ¿Qué la vida les da limones? Pues se montan la mesa de camping en el jardín frontal de su casa ¡y a vender limonada eco!

Público objetivo de Mr Wonderful, el okisiano medio se caracteriza por ser parte de la generación milenial y tener algún plomo fundido en su cabeza que le impide expresarse con normalidad.

Okisiano en el trabajo

Los puestos de trabajo más solicitados por los okisianos son los ofertados por Inditex. De hecho, su perfil moñense les hace ganar puntos en su candidatura. Si en la entrevista son capaces de decir cariño, guapa, ‘devo’ como abreviación de devolución o ‘proba’ probador para el resto de mortales en una misma frase, quedan automáticamente contratados.

Okisiano en pareja

Los okisianos buscan la proliferación de su especie arrejuntándose entre ellos. En pareja, es donde más cómodos se sienten y donde entrenan su vocabulario. Sus conversaciones de Whatsapp producen derramamientos de retina instantáneos con términos como ‘mivi’ forma abreviada de mi vida, cuchi cuchi, cari o diminutivos de cualquier tipo de animal: monito, patito, pollito, osito, gatita y derivados.

Aless Gibaja GIF - Aless Gibaja Gh GIFs

En el terreno sexual me voy a columpiar más que Heidi en su cabecera porque ni he estado con uno de ellos, ni existe que yo sepa el porno okisiano pero imagino que debe ser algo así: suena Justin Bieber, inciensos de los chinos ahuman el ambiente y un reguero de pétalos inundan la cama mientras una de las partes grita entre gemidos “Oh sí baby” anglicismos 4ever y “Dámelo todo cari”.

Okisiano con amigos

Los okisianos tienen dos tipos de amigos: los que el mundo, mundo entendido como pueblo o barrio le ha impuesto y los que con los años han ido recolectando. Estos últimos están hechos a su imagen y semejanza. Dios los crea, ellos se juntan y uno de ellos crea un grupo de Whatsapp llamado “Amigos del OKIS”.

En cuanto al primer grupo, dado su origen geográfico, reina la heterogeneidad. El okisiano debe codearse con diferentes personalidades y es probable que su forma de hablar genere crispación en quienes lo escuchan. Apelaciones cariñosas como “pareces gilipollas hablando así” o “Vuelve a decir oki y te meto un guantazo vía Bluetooth” son más comunes de lo que imaginas.

Okisiano en redes sociales

Su presencia en Facebook, Instagram y demás plataformas es de influencer low cost: un querer y no poder. Petan cada pie de foto de hashtags sin sentido alternando español-inglés en busca de likes. Entre sus poses estrella están: mirando al suelo en busca de una moneda, me parto la caja y enseño hasta los empastes pero con “naturalidad”. Otra común es cuerpo fitness con filtro Valencia. Pero mi favorita es: foto de espaldas con mano agarrada al fotógrafo y fondo aleatorio.

Si has llegado hasta esta línea y eres uno de ellos quiero que sepas dos cosas. La primera que eres un masoca, porque ya te he avisado que esto iba a picar y la segunda: Deja-de-hablar-así ¿okis?