Los amigos con mochila: esos que se traen la pareja a todos los planes

Todos tenemos un amigo o amiga que prácticamente desaparece cuando empieza una relación. Cuando Cupido le clava una flecha en toda la cara a uno de nuestros colegas, todo cambia. Las borracheras infinitas de viernes ya no son iguales, y sus chistes desagradables se ausentan del grupo de Whatsapp. La pasión inicial de su romance hace que cada vez cueste más verle y hasta te planteas la posibilidad de hacerle un entierro en vida.

Pero hay contadas excepciones, esos días en los que se alinean los astros y de repente el desaparecido manda un sorprendente “venga, me apunto a esas cervezas." Qué bonito todo, parece que todavía hay esperanza y vais a vivir un reencuentro digno de American Pie a golpe de ‘beer-pong’ como en una fraternidad.

Pero entonces llega el chasco, porque el/la colega viene a la quedada con mochila. Y tú te preguntarás, ¿pero qué es eso de una mochila? Pues no, nos estamos refiriendo a lo que lleva Dora la Exploradora en su espalda, sino a algo más complejo. Si la RAE que ya ha aceptado palabras como 'muslamen' incluyera esta nueva acepción de 'mochila' sería algo así: dícese del novio/a que aparece como anexo de tu amigo/a en casi todos los planes del grupo. Hay varios tipos que desglosaremos, pero antes, un consejo: si va a venir contigo, pon en el Whatsapp de confirmación el emoticono de una mochila, así vamos prevenidos.

Antes de recibir palos hay que aclarar una cosa: mejor verle con su pareja que no hacerlo nunca. El problema de las ‘mochilas’ viene cuando tu colega modifica su forma de ser delante de su pareja. Es decir, que aquí las culpas se reparten y el problema es que no hay buena comunicación entre ellos. ¿Por qué? Pues muy sencillo, con su aparición tu amigo/a cambia de tono drásticamente, sus opiniones sobre temas sexuales son más comedidas "¿Amarna Miller? ¿quién es esa?" o ya no hace locuras en público.

Además las prisas se mezclan con las excusas para no marcharse muy tarde y, normalmente, las cervezas le duran dos veces más. O eso o se la terminan de un trago para irse. ¿Pero quién es esta persona y qué ha hecho con nuestro colega? Superadas las explicaciones sobre los cambios de personalidad, de los que sólo debes culpar a tu amig@, es hora de comentar los ‘tipos de mochilas’.

Esas parejas a las que nunca caeremos bien, te miran por encima del hombro y suelen odiar a todo tu grupo de amigos. Podemos compararlas a una mochila de hilo llena de piedras que se te clavan al andar, geniales si tu objetivo es el martirio.

Se exceden en la confianza. Muy al estilo de Ferreras en televisión, que te apetece verle pero tampoco debería pasarse con las apariciones especiales. Estas serían la versión mochilera que está bien diseñada, pero al rato también te acaba jodiendo la espalda.

Que se adaptan a la perfección. Serían como una bolsa futurista megaversátil, con ruedas y autopropulsada, que entra en tu grupo con más éxito que una sesión de Netflix de resaca. Molan tanto que nunca te pesarán, y si todas las parejas fueran así este artículo no existiría. Acaban siendo parte del grupo y te alegras de que tu amigo sea TAN feliz.

Una de las mejores cosas en una relación es poder incluir a tu novio o novia en los planes con tus amigos, pero para ello es necesario voluntad por ambas partes. Basta ya de discusiones sin sentido, huidas incomprensibles y malas caras. La clave está en hablarlo claramente, integrarse bien y no reprimir las ganas de hacer algo por el miedo al enfado. Con mochila, riñonera o un saco de piedras, somos tus colegas y te queremos con nosotros, joder.