9 cosas que nunca deberías hacerle a tu gato

Ponerle lirios cerca, hacerle ruidos fuertes aleatorios o molestarlos cuando piden espacio

Le dejas comida a tu gato en su bol permanentemente. Admítelo. No pasa nada. No lo estás destruyendo, pero según dice en Psychology Today la especialista Zazie Todd, es algo altamente poco recomendado por la Psychology Today. En su lugar, debes comprar juguetes dosificadores de comida para hacerle "participar en un comportamiento normal de búsqueda de alimento y caza". Esto, además de preservar sus instintos, le llevará a no aburrirse, la segunda cosa que debes evitar con tu gatete. Pasa tiempo con él.

Ojo con los lirios

En tercer lugar, y según Todd, deberías no exponerle a los lirios. ¿La razón? "Se ven hermosos y huelen delicioso, pero desafortunadamente son bastante tóxicos para los gatos y pueden causarles problemas renales graves" si se los comen. Mejor prevenir que curar. En cuarto lugar, tienes que parar con eso de hacer ruidos fuertes cuando quieres que deje de hacer algo. "Pueden asociar eso contigo en lugar de con lo que están haciendo, lo que puede afectar a vuestra relación". Intenta ser más constructivx. Busca soluciones inteligentes.

Tu gato también necesita estar solo

¿Quinta línea roja? Impedir que arañen cosas. Sí, es evidente que no quieres que tu gato te arañe las sábanas o las cortinas, pero ten en cuenta que "es un comportamiento natural que les ayuda a mantener las garras en buen estado". Cómprale un poste de rascado para que cubra sus necesidades sin putearte a ti. Y hablando de necesidades... a veces tu gato necesita soledad. Así que hazle caso a Todd y evita molestarle cuando esté durmiendo, esté escondido o responda negativamente al contacto. Jamás deberías hacerle eso.

Hasta aquí, seis cosas que deberías ahorrarle a tu gato que quizá no conocieras. Ahora vienen tres que resultan bastante más obvias y de sentido común, pero que conviene apuntar para lxs más despistadxs. Como quitarle sus garras. Terminantemente prohibido. Las necesita para sentirse cómodo consigo mismo. O como intentar asustarle: "Desafortunadamente, hay vídeos en las redes sociales que algunas personas piensan que son divertidos, pero en los que en realidad el gato está aterrorizado". Un comportamiento completamente prescindible. En serio.

Importante: llévalo al veterinario

Por último, y probablemente de los peores, está no llevar nunca o casi nunca a tu gato al veterinario. En palabras de Todd, "los gatos son llevados al veterinario con la mitad de frecuencia que los perros porque la gente piensa que no necesitan atención, pero los gatos son buenos a la hora de ocultar signos de dolor y enfermedad". Incluso si lo ves bien, tienes que llevarlo de vez en cuando para hacerle un chequeo y comprobar que verdaderamente se encuentra en buenas condiciones. Es una cuestión de empatía. Se lo merece.