A nosotros nos encantan. Las hemos cantado y bailado cientos de veces. Porque eso son los auténticos hits, canciones eternas que se convirtieron en éxito internacional porque representaron unos valores, por su letra y lo que nos transmitía o solo porque fueron temazos. Y todas tienen algo en común: hacen que a sus intérpretes les entren ganas de esconderse en casa para que nadie les vuelva a pedir que las canten. Porque las aborrecen, les repatea tener que tocarlas OTRA VEZ y hacen despertar su ira homicida cuando los fans las piden en los conciertos. Pues no haberlas lanzado, se siente. Aquí está el listado de temazos tan eternos como odiados a muerte por sus cantantes.
Madonna y Like a Virgin
No-puede-con-ella. Dice que, simplemente, no la soporta. Es algo comprensible: tal vez la haya cantado más de 15 millones de veces. Pero ojo, que la pasta que habrá ganado con ella debería compensarle. Madonna ha llegado a decir que está tan hasta su mismísimo ‘material girl’, que sólo volverá a interpretar Like a virgin si le pagan 30 millones de dólares.
Lady Gaga y Telephone
Algo similar le ocurre a una de las candidatas a sucesora de la Reina del Pop. No es ya que Gaga se resista a cantarla, sino que ni siquiera puede oírla o ver el videoclip. Ha llegado a un punto de odio extremo tal, que escuchar un par de acordes de Telephone le pone el vello de punta. Pues no te queda, amiga.
James Blunt y You are beautiful
Entendemos a James Blunt incluso más que al resto. No solo porque haya tenido que cantar You are beautiful miles de veces, sino porque, por muy mítica que sea, esta canción es bajonera a más no poder. Blunt vendió más de cuatro millones de copias con el single y es la primera canción que se te viene a la cabeza cuando piensas en él. De todas formas, se queja de que ofrece una imagen de sí mismo demasiado seria y bajonera, nada que ver con cómo es en su vida diaria.
Zucchero y Baila morena
Este tema también dio una guerra increíble, y eso que él mismo hablaba de él como una canción simplona y con la que no se sentía nada cómodo. De hecho, peleó hasta el final intentando no meterla en el disco. Pero lo petó, y de qué manera. Así que desde entonces, a bailar morena.
McCartney y Let it be
¿Cómo podía no gustarle? A saber. Pero parece que McCartney no estaba de acuerdo con ninguna canción de ese CD de los Beatles, el último que publicaron antes de separarse. Tal vez habían iniciado ya la guerrilla interna y fueron ataques sin sentido. Porque Lennon también dijo que When I’m sixty four, de McCartney, le sonaba a música para viejas.
Radiohead y Creep
Una de las canciones más conocidas de la banda para muchos, la única, también era odiada a muerte por sus integrantes. Ojo, que Thom Yorke el cantante del grupo llegó a decir en una entrevista en The Guardian que Creep era “una mierda intencionadamente dirigida a perdedores para hacerla comercial”. Tal cual.
Oasis y Wonderwall
Con el asco que le tiene Liam Gallagher a esta canción, no sabemos cómo no se separaron antes. El cantante asegura no soportar la “puta canción” y que siente ganas de matar cuando se la piden en conciertos o alguien le habla de ella. Yo me andaría con ojo, con los Gallagher nunca se sabe.
Frank Sinatra y Strangers in the night
Otro himno inmortal interpretado por la mejor voz de la Historia, Frank Sinatra. Imagina ese timbre grave, ese modo de cantar que acaricia las palabras, ese torrente de voz pronunciando frases como “esa canción es una mierda, la peor que he escuchado en mi vida”. Textual.
Ellos sufren para que nosotros disfrutemos. Es una pena, pero también les va en el sueldo. Así que si en algún momento de tu vida tienes la oportunidad de ir a un concierto de Madonna, quédate afónico pidiendo Like a virgin. Podrás presumir con tus colegas de ser odiado por la Reina del Pop.