Escrita y dirigida por los hermanos Coen, El Gran Lebowski se ha convertido en la primera película de culto de la era de Internet. Tras su discreto estreno en enero de 1998, esta satírica e hilarante comedia ha sido elevada a los altares de la veneración gracias al apoyo recibido a través de Internet, donde millones de fanáticos la han compartido, idolatrado y visionado hasta la saciedad.
Tal es la ferviente veneración hacia esta película que, desde el 2002, se celebra anualmente la Lebowski Fest, un evento donde los fanáticos de este film se congregan, disfrazados de los personajes de la comedia, para jugar a los bolos, beber ruso blanco, escuchar música al aire libre y comprar objetos coleccionables y juegos. También cabe mencionar que se ha creado una religión, El Dudeismo Dudeism, cuyos devotos honran el estilo de vida del protagonista, El Nota The Dude. Esta religión mezcla el nihilismo, el taoísmo y algo también de la filosofía de Epicuro, un montón de influencias que se pueden resumir en la siguiente frase: “Just take it easy, man”. Pero, ¿por qué tanta devoción hacia esta película? Aquí os dejamos con seis razones:
Dude, dude, dude, dude…
Ciertas expresiones que se repiten en los diálogos y que los hacen únicos. El nombre Nota Dude, en la versión original, tal como se hace llamar el protagonista Jeff Lebowski, es pronunciado en 160 ocasiones, la muletilla tío man, unas 147 veces, y, por supuesto, no puede faltar joder fuck y sus múltiples variantes, que se repiten en 292 ocasiones a lo largo del film.Estrambótico elenco de personajes
El trío protagonista está conformado por el Nota, un tío tranquilo que se dedica a esto y aquello y que vive para sus cosas; un judío obsesionado con su pasado en la guerra de Vietnam, llamado Walker; y Donny, un ser que vive a la sombra de todo y aplastado por un brutal complejo de inferioridad. Marginados socialmente, los tres se reúnen para jugar a los bolos y charlar sobre su triste vida. Ni qué decir que la película no sería la misma sin los actores que le dan vida: Jeff Bridges el Nota, John Goodman Walker y Steve Buscemi Donny.Banda sonora ecléctica
Son muchos los temas clásicos y dispares que acompañan las disparatadas y maravillosas escenas de la película. Una combinación maestra que incluye música electrónica, Bob Dylan, Elvis Costello y hasta la versión adaptada de Hotel California por los Gipsy Kings.Escenas oníricas
Cuando el protagonista cierra los ojos, la película se convierte en un musical onírico con estanterías infinitas, baldosas en blanco y negro, chicas guapas en minifalda, bolos y él mismo haciendo de bola, mientras pasa bajo las piernas de las chicas a lo largo de la pista antes de hacer un pleno.El oponente perfecto
Jesús Quintana, interpretado magistralmente por John Turturro, es un jugador del equipo de bolos oponente. En su breve pero mítica aparición, este pederasta expresidiario lustra la bola con la lengua, hace pleno y lo celebra con su baile hacia atrás al ritmo de los Gipsy Kings para luego pasearse con altanería ante el Nota y sus compañeros.Nietzsche mató a Dios y el Nota a la moda
Bata, chanclas y gafas de sol. Así va el Nota por su casa, por el supermercado y por la vida en general. Un estilo que supera lo despreocupado y que hacen de este personaje único e inimitable aunque no olvidemos que en el Lebowski Fest se pueden encontrar a cientos de tíos vestidos exactamente así.Vía: Blog de cine y Cinemanía Crédito de la imagen: Revista Sala 1