Deja de quejarte, no está tan mal. El verano mola tanto porque viene y se va. Si tuvieras que vivir el resto de tu vida con el calorazo y el sudor, te hartarías, si las vacaciones fueran eternas, te aburrirías. Así que deja la depresión postvacacional para el que la quiera y mira el lado positivo de lo que llega. Por si no se te ocurren razones, aquí tenemos unas cuantas.
1. Se acaba la temporada de aluvión de bodas.
2. Ya ha vuelto todo el mundo, así que no tienes que quedar con gente random, por hacer algo durante la ausencia de tus amigos.
3. Los contenidos informativos vuelven a cobrar sentido.
4. No tienes que escuchar a la gente decir que "qué calor hace" cuando quedáis como si fuera una información relevante para ti.
5. No llegas sudando al trabajo.
6. No sudas durante el trabajo.
7. No sudas después del trabajo.
8. No sientes que lo que necesitas antes de quedar con alguien después del trabajo sea una ducha en lugar de una cerveza.
9. Dejas de dormir con miedo a morir ahogado en tu propio sudor.
10. Dejas de vivir con miedo a morir ahogado en el sudor de otra persona en el autobús.
11. Dejas de ver en redes sociales las fotos de las vacaciones de esa persona que te cae mal.
12. Dejas de recibir emails respuesta de "fuera de la oficina" mientras tú estás pringando.
13. La ropa otoñal, mola más. ESO ES ASÍ.
14. Empiezas a tener ganas de vestirte en lugar de plantearte ir desnudo a trabajar.
15. El sitio más agradable donde estar ya no es la sección de congelados del supermercado.
16. El servicio de transporte público te devuelve la fe en la humanidad dejando de pasar cada 20 minutos a hacerlo algo más amenudo.
17. Vuelven las temporadas de las series.
18. Vienen series nuevas.
19. Dejan de salir en las noticias diciendo que nos hidratemos.
20. Dejas de ver fotos de las playas de Portugal ¿por qué ha ido a Portugal todo el mundo este verano?.
21. Ya vas con tiempo a la operación bikini del 2017.
22. Puedes volver a tomar el café caliente.
23. Y la cerveza se mantiene fría.
24. Se te va el miedo a morir de calor en un bar.
25. Desaparecen los short-bragas.
26. Y dejas de verle el culo a media ciudad.
27. Tienes prendas de entretiempo que nunca te pones Y AHORA ES TU OPORTUNIDAD.
28. Te entra el síndrome vuelta al cole del Corte Inglés y te pones con los nuevos propósitos.
29. Y cuando ves que no los cumples sabes que tienes el año nuevo cerca.
30. Te reencuentras con tu pareja porque volvéis a dormir haciendo la cucharita.
31. La gente deja de decir que "es el verano más caluroso" inciso, es mentira.
32. VUELVE EL EDREDÓN.
33. Y el sofá con mantita y peli.
34. El gimnasio deja de estar lleno de gente esperando a que ocurra un milagro pre-vacaciones de última hora.
35. Tu vida ya no gira en torno a la cantidad de hielo que haya en el congelador.
36. Beber agua directamente del grifo y no de la nevera deja de ser un castigo.
37. Dejas de ver imágenes de gente en bañador en las playas de Levante.
38. Y de las vacaciones de los políticos.
39. Empieza a haber vida más allá del gazpacho.
40. Porque viva el gazpacho pero un buen caldo o un cocido también.
41. Tu vida social deja de centrarse en quién tiene piscina y quién no.
42. Dejas de debatirte entre morir de calor con la ventana cerrada o dejarla abierta para poder respirar pero teniendo ganas de matar al grupo del botellón de la calle que no para de gritar y no te deja dormir.
43. Ya das sin pudor dos besos al saludar a esa gente de sudor fácil.
44. Puedes tomar pizza caliente sin tener que abanicarte después.
45. Porque el vaho queda más poético y más sexy que el sudor.
46. Quedarte en casa puede ser un planazo.
47. Te emborrachas con la excusa de que lo haces para entrar en calor.
48. Las resacas con calor son lo más cercano a un castigo en el infierno.
49. Las futuras vacaciones, las ganas de vacaciones, las pocas vacaciones y lo cortas que han sido, dejan de ser el tema de conversación principal en la oficina.
50. Porque el verano se va a acabar, lo quieras o no, así que más te vale que te lo tomes con una sonrisa.