¿Cuántas cobras habrían podido evitarse si alguien nos hubiera ayudado a detectar cuándo NO es el momento de lanzarte a los labios de nadie? Muchos valientes habríamos vuelto a casa con la dignidad en su sitio y menos víctimas hubieran tenido que ingeniárselas contra un beso improvisado que se abalanzó sin frenos y al que, indefensos, tuvieron que plantarle cara con posturas de lo más raras. Por eso, para que sepas cuando es el momento y aprendas a captar las señales y, para que midas y controles tus impulsos, hemos preparado una batería de señales que te van a ayudar a entender que puede que esa persona a la que quieres comerle la boca te quiera, pero bien lejos, bicho.
Aviso: Este artículo puede revelarte información muy dura de asimilar pero hemos considerado que valía la pena abrirte los ojos. Y aunque duela, sacaremos otro artículo titulado 'Cómo vengarte de todas las cobras que te han hecho a lo largo de tu vida', así que al tranquilo, primero aprende y luego ya ajustarás cuentas.
Señal 1: La cobra-llamada
Es vuestra primera cita y como no está seguro de si le gustarás trama con su colega la estrategia de la 'cobra-llamada'; también conocida como la llamada del ahorro – porque te salva de la cita y de pagar la cuenta–. De los creadores de No te lo vas a creer pero me tengo que ir y los productores de Oh qué pena, a mi amigo se le han perdido las llaves de casa, llega a tu cita sin que te lo esperes, la excusa que más huele de todas las excusas del mundo para escaquearte del compromiso. Si esta situación te resulta familiar, ahí va la primera pista: no le gustaste

Consejo: En cuanto intuyas lo más mínimo, sorpréndele con la contracobra que le dejará k.o y márchate con mucha prisa por algo muy importante.
Señal 2: El abrazo del Koala
Mal negocio si cuando os despedís te estruja como a un peluche y te rodea con sus brazos en lugar de darte aunque sea el piquito de la caridad. Abrazo es sinónimo de amigo, por lo que es un claro aviso para que entiendas que: see you later alligator o bye bye crocodile. Que en español significa quién eres, qué haces aquí, me quiero ir muy lejos.

Consejo: No tienes nada que hacer contra el abrazo del Koala. Te lo comes y ya llorarás luego.
Señal 3: Un Whatsapp viene a verme
Es una señal a lo meidei meidei. Un claro: – solicito pista de aterrizaje –. A solo cinco minutos de vuestra cita te manda un Whatsapp larguísimo contándote su vida y a medida que lo vas leyendo eres más consciente de que te acaban de dejar plantado como a un pino. Es un zasca en toda regla.

Consejo: Borra su número y consuélate con unas búsquedas en Tinder o en su defecto algo de helado, chocolate o porno.
Señal 4: La infección de orina
Si pasa la mayor parte de la cita en el baño, estás muy jodido. Cuando llega el momento de pedir pides tristemente solo por los dos y cuando llegan los postres tampoco podéis compartir porque sí, efectivamente, te ha vuelto a dejar tirado porque tenía que ir al baño. Por si tenías dudas, en el baño lo único que está haciendo es mandarse Whatsapps con colegas en los que pregunta por favor cómo salir de ésta.

Es una excusa muy muy currada porque consiste en que te pases toda vuestra quedada lo que viene siendo un –pringao solitario–. Es una jugada sucia, pero es una señal muy grande de que PASA DE TU CARA.
Señal 5: El momento clave
La despedida. Si tú te notas cada vez más cerca pero la otra persona está cada vez más lejos... Peligro. No es el momento. Que tú igual te crees que todo ha ido genial, que el feeling ha sido el correcto, que le has hecho reír y que incluso se ha interesado bastante por la salud de tu perro que está flojo de hierro últimamente, pero no. No te dejes engañar. Levanta tu honorabilidad y lee las señales, si en la despedida está mirando el reloj, te corta la conversación, y lo único que dice es "bueno, que mañana madrugo...", no es tu mujer, no es tu hombre y desde luego, NO va a ser tu próximo polvo.

Consejo: Mañana volverá a brillar el sol. La vida no se acaba aquí.
Suerte.