A todas las parejas se les echa encima el día a día, el trabajo, pasar la aspiradora, comprar el pan, poner gasolina... y un día se llevan las manos a la cabeza cuando se dan cuenta de que ya se acerca otro aniversario más. Lo de cuidar las relaciones no es ningún tópico, de vez en cuando hay que hacerlo. Detener la rutina y recuperar aquello de fabricar momentos. Dentro de ese plan no puede faltar una buena cena y aquí te proponemos varios restaurantes perfectos para enmarcar momentos.
1. El Jardín de Salvador Bachiller en Madrid

Es un jardín secreto. Y cuando digo secreto, es secreto. A este bar/restaurante se accede a través de una tienda de maletas. En el número 37 de la calle Montera, en la cuarta planta- y sin que nadie se lo espere- se esconde un pequeño y romántico jardín con vistas a los tejados de Madrid. Llegar a un lugar tan íntimo en plena capital es como ver un oasis en medio del desierto. Ajeno a la vorágine de la ciudad y al ruido de los coches, el Jardín de Salvador Bachiller es un escondite perfecto para momentos especiales. Allí se puede desayunar, comer, merendar, cenar o sólo ir a tomar a una copa. En cualquier caso, os recomiendo probar las tartas.
2. Restaurante Antigua en Barcelona

No se me ocurre nada más romántico que cenar a la luz de las velas en Antigua. Lo que más llama la atención de este restaurante del barrio de Sant Gervasi es la sensación de estar dentro de una cueva. El ambiente es muy íntimo, impregnado de luz muy tenue, con paredes de ladrillo rojizo y muebles de madera que le dan un punto hogareño. Y ¿qué se come? Os recomiendo probar el huevo de corral poché, la sobrasada y el atún sellado en semilla de cilantro. Estas son las coordenadas: Calle Marià Cubí, 59. Barcelona.
3. Carmen Mirador de Aixa en Granada

Nadie puede competir con sus vistas. Está situado en un sitio privilegiado en el barrio del Albaycín, mirando a la Alhambra, a los palacios nazaríes y muy cerca del famoso Mirador de San Nicolás. Si hace buen día, lo ideal es cenar en su patio típico granadino. Mi sugerencia en este caso es el solomillo de buey con calabaza al Pedro Ximénez, el carpaccio de bacalao y el foie con dulce de membrillo. Ya sabéis lo que dicen: “nos enamoramos por el estómago”. Carmen Mirador de Aixa: En el Carril de San Agustín, 2. Granada.
4. Béns d'Avall en Palma de Mallorca

En lo alto de un acantilado de Soller, y coronando una montaña se alza el restaurante Béns d'Avall. Dicen que su fórmula mágica depende de 2 factores: su cocina de autor y sus atardeceres que lo hacen mil veces más romántico. Sus alucinantes vistas al mar os harán desconectar de la rutina diaria. Eso sí, no es apto para aquellos que sufran de vértigo. Y si queréis ver qué día hace antes de ir hasta allí, en su página web tendréis acceso a una webcam para comprobar si el cielo ahí arriba está descubierto o encapotado. Mi consejo es que pidáis arroz -en cualquiera de sus formas- y su receta de cordero a la Tramontana.

Repetimos Madrid en este ranking de lugares románticos porque no podía faltar El vagón de Beni. Este restaurante, que encontraréis en la sierra madrileña, está literalmente incrustado en un vagón de principios del siglo XX. Tendréis la sensación de hacer retrocedido en el tiempo. Eso es inevitable. Sabéis como empieza el viaje, pero no cómo acaba. Si de lo que se trata es ligarte a alguien, pide para cenar las vieiras salteadas con boletus y crema de trufa y llévatelo/a uno de los vagones privados. ¿Dónde? Cale San Macario, 6. Hoyo de Manzanares.