21 Profesiones Que Podrás Ejercer En Una Sola Noche De Fiesta

¿Estás perdido en la vida? ¿No sabes a qué quieres dedicarte? ¿No te cogen en ningún trabajo porque no tienes experiencia profesional? Tenemos la solución: sal de fiesta un día con nosotros y encuentra tu vocación. Con nuestro método de una sola sesión, podrás ejercer 21 profesiones en una sola noche por solo un cubata y lo que surja con el autor. ¿A qué estás esperando?

Llegas al Bar Pepe de debajo de tu casa y pides un gin-tonic con pimienta, cardamomo y ralladura de mandarina. Pero ahí no queda la cosa, porque a lo largo de la noche podrás probar tantos tipos de cubata diferentes como tu cuerpo pueda aguantar.

 Cambia el arco y el violín por la visa y el datáfono y lo entenderás.

Cualquier tema te parece suficientemente importante como para citar a Lenin en la defensa de tu punto de vista.

Sin razón aparente de repente intentas revivir una habilidad acrobática que tenías de pequeño.

No, no has ligado. Estás aguantando un rollo de alguien que crees que te vas a follar pero que siempre tiene a sus fantásticas amigas esperándola. True story.

Tú crees que bailas así:

Cuando en realidad estás haciendo esto:

 O almenos eso piensas cuando cantas a todo pulmón el “A quién le importa” de Alaska o alguna por el estilo.

 Cubata al suelo, culpable al suelo. Tal cual.

Ahora es cuando le dices al del suelo que has aplicado la Ley del Talión. Ojo por cubata.

 Ese momento incómodo en el que te quitas la ropa y todo el mundo se queda paralizado.

Todos aquellos que hayan sentido una necesidad imperante e inmediata de cagar mientras estaban de fiesta en Razmatazz sabrán de lo que hablo.

PD: Se recomienda llevar cleanex

Ahora estás en ese punto en el que te has quedado sin pasta y te da por robar cubatas o cosas de una forma muy cantosa.

Tu colega acaba de entrar en coma etílico pero tú sabes perfectamente qué hacer: darle agua, tumbarlo de medio lado, meterle los dedos en la boca, y no en otro sitio, que nos conocemos, apagarle un cigarrillo en el ojo que eso despeja mucho...

Mientras conduces, de repente todas aquellas partidas de Grand Theft Auto en las que no controlabas el coche cobran sentido.

Todos hemos vuelto a casa alguna vez de esta guisa, gemidos incluidos.

Ni siquiera tú sabes cómo, pero, ¡ABRA-CADABRA! tu dinero, tu móvil y tus llaves han desaparecido.

 24 años viviendo en la misma casa y no te suena ni un mueble. Pero no, tú no vas a hacer ruido.

Ese orgásmico momento en el que te harías un zurullo a la plancha y te sabría a gloria.

Eres de Madrid y nunca habías sentido el mar tan cerca como desde tu cama. Todos sabemos lo que hay que hacer: sacar la pierna para echar el ancla.

Ese momento cuando despiertas en mitad de la calle con un par de euros en el vaso de cubata de anoche.