¿Esta rasca a finales de marzo qué coño significa? En serio, este año el refrán “Hasta el 40 de mayo, no te quites el sayo” es muy True Story. Pero ni el sayo, ni los guantes, ni el gorro, ni los calcetines de felpa. Pues bien, como soy consciente de que la situación económica no es precisamente buena, os voy a dar algunos trucos para ahorrar pasta aprovechando este frío polar.
1. Es momento de amortizar toda la ropa que tienes escondida: saca del armario la bata horrible que te regaló tu madre. Será fea, pero abriga que da gusto; ¿y recuerdas ese jersey abrigado y esa aparatosa bufanda que te compraste hace un mes en rebajas?
2. Si eres más de manta, esta se convertirá en una extensión más de tu cuerpo. Segunda piel, y lo sabes.
3. Quédate más rato en el curro, estarás mejor que por la calle pescando un buen catarro y además tus jefes creerán que estás “súper” comprometido con la empresa engañados.
4. Vete a alguna tienda de tecnología a echar la tarde: tienen ordenadores, tablets, etc. Puedes ver series, leer noticias, escuchar música… ¡gratis!
5. Si eres un poco derrochador, puedes ir a una cafetería, tomarte algo y tirarte toda la tarde usando el wifi del establecimiento. ¡Es tu derecho, estás consumiendo!
6. Opción todavía más barata: la biblioteca del barrio. Lee algún buen libro o llévate el portátil, que hay wifi gratis y te ahorras la consumición.
7. Llévate el cargador del ordenador y del móvil para cargarlos allí por la face, que la luz está muy cara.
8. ¿Eres presumido/a? Visita una tienda de cosméticos, que se está calentito y encima te ponen guapa/o, y si les caes bien, ¡te regalan muestras!
9. No olvides a los colegas. Llevas una litrona de marca blanca, claro y ya puedes gorronearle la nevera sin sentimiento de culpa.
10. Si tienes frío en casa, ¡ni se te ocurra poner la calefacción! Internet tiene un sinfín de páginas +18 que subirán rápidamente la temperatura de tu termostato corporal.
11. Si no eres muy fan de jugar al solitario, no tienes más que tirar de agenda o, en su defecto, abrir Tinder y conseguir calor humano. Mucho mejor que una manta, ¡dónde va a parar!
12. He leído por algún sitio lo juro que el papel de periódico es un gran aislante térmico. Póntelo bajo la ropa y, si funciona, ¡a la mierda Iberdrola! Si no, al menos tendrás una anécdota para contar.
13. Si todavía te ha sobrado papel de periódico, te puedes empapelar la casa. Personaliza las ventanas, sigue la moda del momento y dale un toque vintage. Y dicen que el periódico en papel tenía los días contados…
14. ¡Haz ejercicio! Ya sea en casa o al aire libre, además de entrar en calor, te pondrás en tu punto. Y si eres de los que paga el gimnasio y no va… ¡no me jodas, rentabilízalo!
15. Visita a la familia, ellos tienen los lujos que tú no tienes: una despensa llena, calefacción, un sofá cómodo… Sé un buen hijo y ve a verlos. Ellos te lo agradecerán, y tu cuerpo también.
Con todas estas ventajas “frioleras”, ¿quién quiere que llegue el verano con su sol abrasador, las playas abarrotadas, las piscinas llenas de orines, los helados refrescantes y los días interminables? Pues… ¡yo!
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