Lo reconozco, soy un poco cabrón. Pero no de esos cabrones que van por ahí jodiendo a la gente gratuitamente; si lo hago, lo hago con estilo. Sin embargo, aunque llevo años perfeccionando mi técnica, aún hay ciertas cosas que no me he atrevido a hacer por miedo a que me partan la cara. Pero algún día espero tener el valor y los recursos para llevar a cabo estas cabronadas sin morir en el intento:
1. Entrar a una iglesia mientras se celebra una boda, y haciendo ver que no hay nadie, gritar: "Señor, ¿por qué inventaste el matrimonio? ¡Me has jodido la vida!".
2. Ponerme delante de alguien en la calle, tirar algo al suelo, y decirle: "Recógelo, plebeyo". Si se niega, gritarle: "¡Haré que te cuelguen por esto, bastardo!".
3. Acercarme muy serio a un desconocido que esté acompañado y susurrarle: "Sé tu secreto. Si no estás esta noche a las 12 en el lugar de siempre, lo contaré todo".
4. Ir al cine a ver la última peli de moda y antes de que empiece decir muy fuerte cómo acaba.
5. Quedarme parado en medio de una puerta impidiendo el paso y hacer caso omiso a la gente que intenta pasar.
6. Subir a un avión y justo antes de despegar sacar el móvil y mientras escribes un mensaje, susurrar: "La bomba está preparada. Espero que mi sacrificio siga a nuestra causa".
7. Seguir muy de cerca a una persona al azar y, cuando se gire para increparme, hacerme el sueco.
8. Ir a una tienda, preguntarle a la persona de detrás en la cola qué va a comprar, y cuando llegue mi turno pedir todas las existencias de ese producto.
9. Mirar a alguien fijamente en el metro y cuando esa persona me mire a mí, decirle: "Tanto mirarme haces que me sienta incómodo".
10. Ir a una tienda de electrónica, pedir ayuda a un dependiente, hacer que te enseñe todas las televisiones disponibles y cuando acabe decir: "Gracias, ¿dónde tenéis las tostadoras?".
11. Acercarme a una pareja y decirle a ella: "Estos últimos meses han sido los mejores de mi vida, cásate conmigo, por favor". Con anillo y todo.
12. Ir a cenar a un restaurante y, cuando me esté acabando el plato, poner dentro varios pelos y montar un numerito.
13. Entrar a un ascensor con mucha gente y nada más cerrarse las puertas tirarme un pedo.
14. Pedir comida a domicilio a las 3 de la mañana y dar los datos de un vecino.
15. Llenar un bote de gomina con pegamento a modo de indirecta para el amigo que lleva tres meses sin contarse el pelo.
Si alguien se atreve a probar alguna de estas u otras de su propia cosecha, que lo grabe en vídeo y nos lo mande para que podamos reírnos todos. Eso sí, existen dos normas:
- No hacer cabronadas que pongan en peligro la integridad física de la gente salvo la tuya.
- Si por algún motivo la cabronada provoca un conflicto entre personas ajenas, debes admitir que estabas de coña.
Crédito de la imagen: giphy.com