'Tienes la nariz de tu padre y la boca de tu madre'. Típica frase que se puede alterar a conveniencia en función de si nos interesa quedar bien o no. Porque, puede no ser la nariz o los labios, sino las manos, y pueden asemejarse a los de tu abuelo materno en lugar de a los de tu padre. El caso es que, normalmente, todos somos una suerte de mezcla de rasgos que responden a los patrones fisionómicos de nuestros familiares o, al menos, contamos con algún rasgo que nos vincula a ellos para siempre.
La poderosa genética regala al neonato lo que se convertirán, con el tiempo, en unos amplios ojos aguamarina o en unas también amplias y contundentes orejas de soplillo. Y ahora, el fotógrafo franco-canadiense Ulric Collette se ha ocupado de mostrar esos vínculos creando unas imágenes en las que mezcla dos mitades. Padre e hija, hermano y hermano, primo y prima. Algunas son un tanto perturbadoras. Otras parecen dar como resultado a un tercer individuo. Este es el resultado del proyecto hermano:
Christophe y Ulric. 30 y 29 años, hermanos

Laval y Vincent. 56 y 29 años, padre e hijo
Alex y Sandrine. Ambos 29 años, gemelos

N'Sira y Marie-Pierre. 49 y 18 años, madre e hija

André y Ariane- 55 y 13 años, padre e hija

Danien e Isabelle. 60 y 32 años, padre e hija

Anne-Sophie y Pascale. 19 y 16 años, hermanas

Dany y Eric. 31 y 39 años, hermanos

Ismaelle y Nathan. 11 y 12 años, hermanos

Y tú, ¿te atreverías a montar una foto fundiéndote con tu abuela?