El país donde sigue siendo legal tener sexo con una niña de 12 años

12 años: en teoría, en Filipinas, a esa edad ya tienes la madurez suficiente para decidir si quieres tener o no relaciones sexuales

Piensa en cómo eras con 12 años: un adolescente a finales de primaria o recién llegado a la ESO. Seguramente, todavía veías dibujos en la tele, aunque ya te empezaba a dar vergüenza reconocerlo. Éramos niñas. Pues, según la ley de Filipinas, esa es la edad establecida para el consentimiento sexual. Es decir, supuestamente, a esa edad ya somos capaces de decir, sin coacción y de forma voluntaria, que queremos tener relaciones sexuales. Un despropósito.

Obviamente, las cifras de violencia sexual son alarmantes. Como explica la BBC, uno de cada cinco niños ha sufrido violencia sexual, y encima los violadores pueden alegar consentimiento. Esto “es una amenaza para la salud infantil y que contribuye a que también sufra altas tasas de abuso, violencia y explotación sexual de niños. La controvertida ley aún vigente, que data desde los años 30, dificulta definir qué es violación y qué no; y permite que pederastas y violadores esquiven con frecuencia el castigo de la ley”, añade el artículo.

Esta semana se anunciaba que Francia, que no había establecido una edad mínima contra los abusos, la fijaba en trece años. Y aunque en España se recibió con mucha polémica, porque se decía que era demasiado baja, hay una diferencia sustancial con Filipinas: en Francia sí que estaban penalizados los abusos y se podían denunciar de forma clara y explícita a pesar de que no hubiera edad de consentimiento sexual. Pero como denuncia Madeline Da Silva, teniente de alcalde para la Infancia de Lilas, ciudad de la periferia de París, “no es tampoco la ley la que va a hacer que en las escuelas o los lugares que acogen a niños se entienda mejor lo que quieren decir. La realidad es que hay que hacer cesar la violencia, no castigarla mejor”.

En Filipinas, por supuesto, también está el problema de que socialmente no hay concienciación y que no se sabe detectar a tiempo. Pero si a eso le sumas la total impunidad legal, la violencia sexual contra menores se convierte prácticamente en una pandemia imposible de erradicar. Y por eso, son tan buenas noticias que el Congreso del país decidiera, después de décadas de campaña de organizaciones defensoras de los derechos de los menores, aprobar una ampliación de la edad hasta los 16 años. Ahora, sin embargo, todavía falta que el Senado la apruebe y que el presidente la ratifique, y entonces se convierta en ley.

Y aunque nos pueda parecernos escandaloso que este país haya vivido tantos años con una de las edades de consentimiento más bajas, no debemos olvidar de dónde surge: de la colonización española. “Los expertos lo justifican en el arraigo cultural y religioso de códigos penales influenciados por siglos de colonización española, finalizada en 1898”, añade el artículo. Además, recordemos que hasta 2015, cuando se subió a 16, la edad de consentimiento en nuestro país también eran los 13, de las más bajas de la UE. Por suerte, parece que está cambiando en todo el mundo.