El mejor acto de resistencia siempre será ser auténtico

En un mundo cada vez más acelerado la resistencia puede ser un acto tan simple como no dejar de ser tú mismx. Porque no todos los cambios son para mejor y la clave está en fluir sin perder nunca tu esencia. 

Si hay una cosa segura en esta vida es que todo cambia, todo se reinventa y que, cada vez, parece que hay que hacerlo más rápido. El baile de TikTok que se ha quedado viejo en tres días, los pantalones de pitillo que te flipaban y que ahora no te pondrías ni en tu peor pesadilla o el lugar al que ibas a desayunar los domingos pero que ya no quieres ni enseñar en tu Instagram. Es ley de vida, la novedad nos absorbe y lxs jóvenes nos sentimos obligadxs a seguirle el ritmo aunque eso signifique traicionar lo que realmente sentimos que es lo auténtico. Pero, ¿estamos condenados a seguir siempre así?

La respuesta es no. Por suerte, las modas son un poco como el mar: aunque las olas golpeen una tras otra, las rocas resisten orgullosas en su sitio. Así es como el clima y el paso del tiempo esculpen el paisaje y el carácter de sus gentes. Y si hay una tierra que sabe mucho de eso es Galicia. Aunque no siempre es fácil que lo auténtico perdure. Cuando tenía 14 años, Alejandro Guillán decidió que ya no quería seguir escuchando la música de su tierra. “Escuchaba música que escuchaban personas de 50 años”, recuerda sobre la música tradicional gallega, esa que le había acompañado desde la infancia pero que había dejado de lado para no sentirse diferente al resto. Sin embargo,  lo que no sabía es que al final esa misma música se convertiría en su forma de resistir.

Baiuca, reivindicando el norte con el folclore y la electrónica

Pero para dar el paso y crear Baiuca, hubo una palabra muy gallega que tuvo que entrar en juego: la morriña. Lejos de su Galicia natal e instalado en Madrid donde estudió magisterio musical,  no tardó en entender que su carrera musical debería girar en torno a su conexión con los sonidos de su tierra. Reivindicar el norte y sus sonidos tradicionales debía de ser la clave en su música y combinarlo con la electrónica sería llevarlo al próximo nivel. Y eso es exactamente lo que está haciendo desde su piso de Barcelona donde lleva instalado año y medio dedicado 100% a su música.

“Chavales de 18 años me dicen que les parece la hostia lo que estoy haciendo o que nunca tuvieron ese punto de conexión con su tierra como ahora”, reconoce orgulloso de contribuir con su música a que no se pierda la cultura de Galicia.  Su inconformismo y su pasión por mantener vivo lo auténtico coincide plenamente con los valores de Estrella Galicia. Una marca que, con su historia de más de un siglo, comparte esa pasión por mantener vivo lo auténtico generación tras generación.

Bar Chaflán: resistencia sin fronteras

Si algo nos ha quedado claro en el último año, es que la cultura de un lugar resiste a base de pequeñas historias, como la de Anuska y Rafa, los propietarios del Bar Chaflán. Fue en este punto de encuentro entre los vecinos de A Coruña donde se desarrolló la historia de Abdou, un senegalés instalado en la ciudad desde 2006 y que era conocido y querido por todxs los vecinos. Sin embargo, su trabajo como vendedor ambulante no le permitía viajar a su país para dar el último adiós a su madre que había fallecido a la edad de 101 años. Anuska y Rafa no dudaron ni un minuto en organizar una colecta en el bar para ayudarle. Gracias al cariño y solidaridad de los vecinos la colecta fue tan bien que Abdou pudo viajar a Senegal y, además, dedicar el resto a ayudar a su comunidad. “Es algo normal que todos deberíamos hacer”, cuenta Rafa con total humildad. 

 

El Payaso Pancracio: la risa como forma de resistencia

Y si la humildad es importante para resistir ante las adversidades, el ejemplo de Fernando Álvarez, más conocido como el payaso Pancracio y que se dio a conocer en el Circo de los Muchachos, es un ejemplo de ello. Fundado por el padre Jesús Silva Méndez, este proyecto de integración de jóvenes desfavorecidos arrancó en la década de los 60 en la finca Benposta de Ourense. Gracias al circo, estos niños encontraban un hogar y un proyecto del que formar parte en la dura sociedad de finales del franquismo. Un día, al pasar por la ciudad de Jerez de la Frontera un niño de 7 años se coló en el espectáculo y preguntó: “¿Cuánto cuesta ser payaso?”.

Casi seis décadas después, el payaso Pancracio sigue creyendo que hacer reír es la mejor forma de ayudar a los demás. “Para hacer reír, hay que llorar mucho. Es una profesión de martillazos”, reflexiona desde París, ciudad a la que se mudó para continuar con su profesión circense.  Él se resiste a pensar que un oficio tan bonito podría desaparecer en la próxima década y confía en que gente como su excompañero Manilo Doñoro continuarán resistiendo muchos años. En este sentido, Manilo lucha desde 2011 por devolver el proyecto de escuela circo al lugar que se merece desde la Fundación Benposta. 

 

Capas Seseña: la resistencia de un negocio centenario  

Otro ejemplo de resistencia, tradición y trabajo artesanal lo encontramos en pleno corazón de Madrid. Por la puerta de la tienda de la familia Seseña han pasado personajes como Pablo Picasso, Luis Buñuel, Hemingway o Hilary Clinton. Desde 1901 este negocio se ha dedicado a confeccionar la capa clásica española de manera totalmente artesanal y en la actualidad puede decirse que es la única tienda de todo el mundo que se dedicada exclusivamente a la confección y venta de capas 100% artesanales. “Hemos sobrevivido a dos guerras y a una pandemia, Capas Seseña puede resistir ante todo”, explica Marcos el director de esta empresa familiar que lleva generaciones resistiendo a los cambios en la moda y la gentrificación del barrio. 

 

Carlos Blasco: el enfermero pianista  

Y si alguien sabe lo que es resistir por lo más valioso es un enfermero de UCI. Durante la pandemia Carlos Blasco, de 25 años, tuvo que dedicarle muchas más horas a su trabajo en un hospital de Badalona. Fue una etapa dura y confusa que le abrumó con nuevas responsabilidades pero que le ayudó a comprender el valor de resistir y perseverar en lo que realmente te hace feliz en tu vida. En su caso, su verdadera pasión siempre ha sido el piano y su sueño es componer bandas sonoras que emocionen y permitan viajar con la mente a quien las escuche.  

Un sueño que ya ha cumplido en parte al poner música a la campaña conjunta de Estrella Galicia y La Casa de Papel con su versión al piano de la mítica Bella CiaoUna experiencia brutal que pone el colofón al trabajo volcado en su canal de Youtube que ya suma más de 10K seguidores que disfrutan de sus versiones a piano de canciones famosas y que, en ocasiones, le alegra el día a alguno de sus pacientes.

Sus historias inspiran tu resistencia

Estas son sus historias de resistencia. Historias llenas de valentía, pasión, humildad y ganas de no perder la esencia, de apostar por lo que nos hace únicos y resistir al paso del tiempo. Desde el sonido de Baiuca al del piano de Carlos, pasando por la solidaridad de Anuska y Rafa con Abdou, o por la sonrisa del payaso Pancracio y la elegancia artesanal de las Capas Seseña, sus historias anónimas recopiladas por Estrella Galicia nos inspiran  en nuestras pequeñas luchas diarias y nos invitan a reafirmarnos en nuestros valores para seguir resistiendo pase lo que pase. Porque lo auténtico jamás desaparecerá.