4 métodos para una regla sostenible sin pensar en los tampones

Nuestros tampones y compresas tardan unos 800 años en descomponerse, pero hay otras opciones menos contaminantes 

¿Te has parado a pensar cuántas compresas o tampones usas al cabo del año? ¿Te imaginas cuántos puedes llegar a gastar al largo de tu vida? De media, una mujer tiene la menstruación durante 40 años, con unos períodos de alrededor de cinco días al mes. El resultado es que a lo largo de toda su vida, una mujer usa unas 4.800 compresas y tampones. Estos tardan alrededor de 800 años en descomponerse. ¿Lo más heavy? Que en el proceso liberan microplásticos que acaban en el mar, según investigaciones realizadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. 

Está claro que la regla es un proceso natural e inevitable, pero la manera de gestionarla sí que puede cambiar. Sobre todo, ahora que han aparecido diversas alternativas a las compresas y tampones tradicionales. Una de las ventajas de dejar de usar tampones y compresas es que tampoco te expondrás al gel super absorbente que se usa en estos productos y que puede causar el conocido como “shock tóxico”.

1. Copa menstrual

Una de las alternativas que ha ganado más popularidad últimamente es la copa menstrual. La copa menstrual está hecha de silicona y su ventaja es que dura entre tres y diez años hasta que la cambias por otra. Imagínate la cantidad de tampones y compresas que dejarás de usar, y el dinero que te ahorras. Porque esa es otra, una copa menstrual acostumbra a costar entre 20 y 30 euros, según la marca. Un dato importante es que la hay en diversas tallas, que van en función de tu edad y de si has tenido un parto vaginal o no. 

2. Bragas menstruantes

Las bragas menstruales son otra gran opción, especialmente para aquellas personas que les cueste ponerse la copa al principio. Ya existen diferentes marcas que las producen y tienen diferentes grados de absorción. Lo bueno es que, cuando llegas a casa, es tan fácil como lavarlas y dejarlas secar para ponértelas el día siguiente. Son super cómodas y no huelen nada. Cada braga tiene sus propias indicaciones y las horas aproximadas que puede estar absorbiendo correctamente. 

3. Compresas de tela

Otra opción son las compresas de tela. Vendrían a ser como las compresas que usaban nuestras abuelas, pero mejor hechas y más adaptadas al cuerpo de cada una. No tienen ningún secreto: se enganchan a las bragas como una compresa de toda la vida, y hay que quitarla cuando ya está llena. Con esto consigues no generar residuos, ya que con lavarlas las puedes volver a usar. 

4. Sangrado libre

El sangrado libre puede que sea la opción más complicada de todas: consiste en no llevar nada, pero ser capaz de controlar cuando tu vagina expulsa la sangre. Suena loco, ¿verdad? Bien, según las mujeres que lo practican, es muy necesario tener mucha consciencia de tu cuerpo para poder controlar la bajada de sangre. A diferencia de las otras técnicas, esta es una opción que deberás entrenar durante un tiempo antes de aplicarla.