La edad a la que deberías hacerte un chequeo de salud completo

No son los cuarenta ni los cincuenta. Probablemente ya estés ahí

La veintena es una etapa de la vida en la que hay que experimentar y correr riesgos. Y no podrías hacerlo si vivieras permanentemente con el miedo a morir en tu cabeza. Por eso a esta edad se suele disfrutar de cierto sentido de inmortalidad. No te preocupa excesivamente tu salud ni te rayas demasiado con el estado interno de tu cuerpo. Sientes que estás bien. Que puedes con todo. No obstante, aseguran desde Business Insider, “los chequeos médicos son una herramienta crucial para tratar cualquier enfermedad en sus primeras etapas y a partir de los 20 años es responsabilidad de cada individuo programarlos”. Es algo que irás agradeciendo conforme vayas quemando periodos de tu vida.

Más específicamente, los especialistas recomiendan que a partir de los 18 años aproximadamente se realice un chequeo cada cuatro años y se vaya acortando el tiempo entre ellos a medida que pasan las décadas. “Es la mejor manera de evaluar tu salud general y tomar decisiones informadas sobre tu estilo de vida”. ¿O crees que vas a poder pasarte tu existencia emborrachándote tres día a la semana, comiendo comida ultraprocesada, haciendo menos deporte que una piedra y acostándote y despertándote caóticamente todos los días? En algún punto deberás empezar a cuidarte. Y conocer cómo está tu organismo te impulsará a hacerlo en el momento oportuno. Vivir a ciegas no funciona.

Lo que deben incluir los chequeos

En concreto, estos chequeos deberán incluir análisis de los niveles de colesterol en sangre, medición del peso, electrocardiograma para ver el estado de tu sistema cardíaco, pruebas de detección de marcadores asociados con enfermedades como el cáncer y, si eres una persona con un nivel y variedad de actividad sexual muy alto, pruebas para detectar potenciales infecciones de transmisión sexual. Además, también es recomendable el análisis de orina completo, la revisión de la salud renal, el control de la presión arterial, la ecografía abdominal, el análisis de sangre completo para comprobar el perfil lipídico y la glucemia y una prueba de función respiratoria, sobre todo si fumas mucho.

Y no te olvides de las pruebas asociadas a cada sexo: examen de senos y pelvis en las mujeres y examen de próstata en los hombres. Que sí, que apenas llevas veintitantos años en el mundo y no crees ni por un momento que sea necesario pasar por todo esto, pero la realidad es que sí y que cuidarte no debería ocupar una posición marginal en tu lista de prioridades. Por suerte, el mensaje de que prevenir es bastante más inteligente que tratar está calando poco a poco en la gente y cada vez más personas acuden a la Seguridad Social periódicamente para solicitar un chequeo de los buenos. Puedes ser una de ellas o pasar de todo. Es tu cuerpo. Es tu vida. Tú decides.