Las diferencias generacionales van mucho más allá de las tendencias estilísticas y el lenguaje. No puedes ponerle a un milenial un pantalón de tiro bajo y un crop top y esperar que sienta como alguien de la generación Z. Porque no funciona así. En realidad, las diferencias son bastante más profundas y afectan a la manera en la que cada una de ellas se relaciona con cuestiones claves como el propósito vital, las aspiraciones, el amor o el sexo. Ahora, una nueva investigación llevada a cabo por el doctor Justin Lehmiller para la aplicación de citas Feeld lo vuelve a poner de relieve: a diferencia de lxs milenials, los centennials centran sus fantasías sexuales en el ámbito monógamo.
Y no le han preguntado precisamente a cuatro gatos. En concreto, y como explican desde Dazed, para este estudio, titulado Informe sobre el estado de las citas, Lehmiller y su equipo encuestaron a 3.310 usuarios de la app de entre 18 y 75 años y de hasta 71 países diferentes acerca de sus deseos sexuales. Así descubrieron que “entre la generación Z la monogamia es el tipo de relación preferido, mientras que milenials y generación X prefieren la no monogamia ética. Pero no es solo una cuestión de qué tipo de relación prefieres. Va mucho más allá: entre lxs gen Z hay una tendencia más clara a montarse películas eróticas alrededor de las relaciones monógamas.
Las fantasías sexuales más recurrentes
Más específicamente, “el 81% afirmó fantasear sobre relaciones monógamas y el 44% dijo hacerlo a menudo”. Por el contrario, pero en esta misma línea, lxs integrantes de esta generación son los que menos fantasean con estar en una relación abierta: el 62% frente al casi 80% de las tres generaciones anteriores. O dicho de otra manera: la primera generación que ha crecido de verdad con las relaciones abiertas de un modo más o menos normalizado es la que menos las desea, mientras que en cierto sentido idealizan ese tipo de relación más exclusiva y más tradicional que la gente nacida en décadas anteriores percibe como un poquito limitantes. Cosas de la vida.
O más bien cosas del clásico querer lo que no se tiene. Como refleja el paper de la investigación, “muchos adultos jóvenes nunca han tenido una relación seria con otra persona”, por lo que les “resulta fácil ver cómo la monogamia puede tener un atractivo distintivo para esta población: es algo que todavía no han experimentado”. No obstante, tampoco te lleves la impresión que no es: lxs gen Z no son full clásicos, porque aunque fantasean con el sexo monógamo, lo hacen introduciendo en él variantes muy BDSM, muchos fetiches y, en general, una gran tendencia a la exploración en pareja. Solos tú y yo, sí, pero con todas las virguerías que se nos ocurran.