8 escenas de sexo que incomodaron a los propios actores

A pesar del trabajo previo, a veces es inevitable que se vuelva incómodo

“Las escenas de sexo, al final, son lo más falso que hay en el cine”, explicaba la actriz Laia Costa en una entrevista al Diari Ara. Pero no por ello, dejan de ser uno de los momentos más delicados que hay en muchas grabaciones. Tener que desnudarte delante de un grupo de personas (pues más allá del otro actor está todo el equipo de rodaje) y recrear una escena íntima que implica mucho contacto físico, no es fácil.

En el mundo del cine, con los años, se han ido desarrollando figuras dentro de los equipos de rodaje que son las encargadas de gestionar estas situaciones. Desde hablar sobre lo que la otra persona está dispuesta a hacer o cómo “coreografiar” la escena que va a ser grabada. Este cargo ha aparecido en parte gracias al movimiento feminista y a las demandas del MeToo que han ayudado a revisar muchas cosas dentro del mundo de la industria del cine se daban por buenas.

Algunas de las series recientes más exitosas como los Bridgerton o Euphoria incluyen escenas de sexo bastante explícito donde está claro que hay mucho contacto físico entre los actores. Siempre hay mucho trabajo previo y elementos que pueden ayudar a mitigarlo como las “toallas vaginales”, pero hay escenas grabadas que fueron incómodas para sus protagonistas.

El lobo de Wall Street

Margot Robbie vivió una de estas escenas durante el rodaje de El lobo del Wall Street, y no, no se trata de la famosa imagen de ella abierta de piernas mientras Di Caprio observa su vagina. Se trata de una escena de sexo que grabó en una cama cubierta de billetes de un dólar. Robbie asegura que la escena le provocó tal vergüenza, que mintió sobre ella a sus padres. Inventó una historia diciendo a sus padres que todos los desnudos de ella en el film eran “dobles” con su cabeza insertada en ellos.

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Normal People

Grabar las escenas íntimas de Normal People tampoco resultó cómodo para sus actores. “El viernes de la primera semana, Daisy y yo teníamos que hacer un día de escenas de sexo y estábamos cubiertos de un gel llamado Egyptian Magic”, explicaba Paul Mescal en una entrevista a The Mirror. Lo peor de todo fue que, al terminar la escena, cuando separaron los cuerpos se produjo “un sonido de flatulencia muy fuerte”, por lo que el resto del set pensó que uno de los dos se había tirado un pedo.

50 sombras de Grey

Era imposible hablar de escenas de sexo en el cine sin que apareciera la aclamada película de 50 Sombras de Grey, en la cual, de los 125 minutos de metraje, había 20 minutos de puro sexo. “Es bastante tedioso. He estado simulando sexo durante siete horas seguidas y ya estoy harta”, explicaba Dakota Johnson a Interview Magazine. Incluso llego a padecer consecuencias físicas, ya que en un momento en la que Jamie Dornan la tiraba contra la cama, sufrió un latigazo.

Girls

En el caso de Jemima Kirkel, actriz de Girls, lo peor de tener que grabar escenas de sexo era tener que fingir los orgasmos. “Cuando lo hago yo misma, en el set, y tengo un orgasmo real, no ‘real’, sino como sé que suena en la vida real, porque no sé cómo fingir, me da vergüenza frente al camarógrafo. Eso es vergonzoso”, explicaba a el HuffPost.

Mean Girls

Para la actriz de Means Girls, Amanda Seyfriend, la escena de sexo que tuvo que grabar la dejó “horrorizada”. Sabía que en algún momento de la serie le tocaría grabar una escena de sexo, pero cuando llegó el momento solo podía pensar en que “No, no, no”.

Superbad

Jonah Hill tuvo que grabar una escena de sexo con 17 años, cuando aún era virgen. Para colmo, como él aún era menor, tuvo que hacerlo con su madre presente en el set de rodaje. “Mi madre estaba comiendo un puñado de palomitas de maíz y hablando con los productores. Fue muy surrealista”, explicaba en el programa de Rich Eisen. La escena en concreto era para la comedia SuperBad.

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Peaky Blinders

La actriz Annabelle Wallis, que interpretaba a Grace Shelby en Peaky Blinders, asegura que lo más incómodo de grabar escenas de sexo, es cuando tienes que revisionarlas con tus padres. “Fue muy incómodo y luego mi padre dijo: ‘Bueno, ¡sabemos de dónde sacas eso! ¡Buena chica!’”, relataba Wallis en The Graham Norton Show.

Revolutionary road

La mítica película, basada en la novela ‘Vía revolucionara’, de Richard Yates, también tuvo momentos incómodos. Kate Winslet tuvo que grabar todas las escenas de sexo con Di Caprio delante de su marido, Sam Mendes, porque era el director del film. Lo que para ella fue, por lo menos, “raro”.